Adaptación de la novela de Stephen King, que fue una de las pocas que se me escapó de ver en la época de su estreno. La tenía mucha ganas y por fin la he visto.
Y... bien, no está nada mal. Creo que es una más que honesta y digna adaptación, filmada con personalidad y cariño por Lewis Teague, que tiene algún título más de calidad con animal dando matarile a cuanto humano se ponga en su camino (la excelente "La bestia bajo el asfalto").
Aquí, con pocos mimbres y personajes, escasas situaciones y un tufo reaccionario que tira "pátrás", se logra mantener la atención del espectador con los logrados golpes de efecto, clímax in-crescendo de horror y violencia y sangre con escenas bien rodadas, con mucha tensión y garra dramática.
Todas las escenas con el coche y sus dos ocupantes y el perrito de marras acechando para destrozarles (que ocupan un buen metraje sin cansar lo más mínimo) mantienen en vilo al respetable haciendo el film más y más interesante.
Su final, pues un poco, no chapucerillo, pero sí algo falsete, al modo de los trillados finales de los filmes de parecido pelo de los ochenta y noventa. Pero, bueno, esto no empaña el buen sabor de boca que deja su visión.
No es ninguna obra maestra, ni se le acerca, pero está bien. Es eficaz, no engaña a nadie y entretiene bastante.

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