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España España · Zaragoza
Voto de Edu:
3
Terror Al principio nadie relacionaba las misteriosas desapariciones de adolescentes con los chats en Internet, hasta que Tiana y Geneviève faltaron a dormir una noche en casa. La policía sólo encontró dos pistas: una pequeña pieza de acero quirúrgico y un correo electrónico remitido por un tal Capitán Howdy. Estas pequeñas pistas conducirán la investigación policial al mundo del tatuaje, el piercing y las relaciones en la red... (FILMAFFINITY) [+]
2 de noviembre de 2011
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller policíaco de nueva horda, de asesinos en serie con motivos (estúpidos), muchas veces extra terrenales, que inició (o relanzó) Fincher con “Seven” tres años antes. En este caso los pecados capitales dejan paso a una búsqueda del dolor y el sufrimiento (quizá ese es el cometido de la película hacia el espectador) y a ciertas ganas de morir (carne de emo, hoy en día) ante lo que me pregunto, ¿Por qué no se suicida, que es más fácil? Y así nos ahorra la película.

Lo primero que hay que decir, es que el escenario es circunstancial, sin ningún peso en la historia. En aquellos tiempos, año 98, estaba en plena efervescencia la implantación de Internet en los hogares, y los chats era lo más. Pero aquí simplemente es un punto de partida, por poner alguno, y por ver si eso tenía algo de tirón entre la adolescencia del momento.

En cuanto comienza, por su apartado técnico desvela pronto que el presupuesto es más bien escaso, e incluso le cuesta llegar al nivel de cualquier serie B de la época. Los pocos efectos que se pueden ver son más bien cutrecillos. Ciertas escenas se rodean de una oscuridad que, sospecho que más allá de crear ambiente, también sirve para ocultar carencias.

Cojea especialmente en el argumento, una historia muy muy floja y con bastantes situaciones demasiado cogidas con pinzas para tener cualquier viso de verosimilitud. Siempre hay alguien en el momento justo y con los conocimientos apropiados para solventar una parte del caso. Y además, el protagonista mucho tatuaje y mucho piercing… y resulta que son falsos, o es que la cirugía estética del momento hizo un gran trabajo. Pero, sin embargo, el personaje más lamentable es el del policía/padre de la víctima, un ejemplo de pared parlante sin ningún tipo de sentimiento ni emoción, lo cual será parte de culpa del actor, pero intuyo que especialmente del autor del guión, dibujando un personaje tan plano y, sinceramente, con bastante poca lógica. Ni siquiera el vano intento de hacer aparecer al recurrente Robert Englund aporta algo de calidad a la cinta (porque es típico meter en estos despropósitos clásicos del terror venidos a menos, especialmente el susodicho).

Y al final me he enterado de que el guionista, Dee Snider, el cual no conocía y que por lo visto es un cantante heavy (ahora entiendo la estética del malo, al cual interpreta, por cierto), pero investigando un poco, he visto que es su primera, y por supuesto última, participación en estas labores dentro del cine. Y encima, productor, claro ¿Quién iba si no a meter las pelas en esto? Zapatero a tus zapatos.
Edu
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