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España España · Barcelona
Voto de Maximillian:
10
Musical. Comedia. Romance Antes de conocer a la aspirante a actriz Kathy Selden (Debbie Reynolds), el ídolo del cine mudo Don Lockwood (Gene Kelly) pensaba que lo tenía todo: fama, fortuna y éxito. Pero, cuando la conoce, se da cuenta de que ella es lo que realmente faltaba en su vida. Con el nacimiento del cine sonoro, Don quiere filmar musicales con Kathy, pero entre ambos se interpone la reina del cine mudo Lina Lamont (Jean Hagen). (FILMAFFINITY)
25 de abril de 2007
153 de 164 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra maestra indiscutible del musical, de la comedia y de la propia historia del cine, que narra una divertida sátira sobre el propio mundo del cine, en su transición del periodo mudo al sonoro, repleta de referencias y guiños cinéfilos, debidos al excelente y divertido guión de Betty Condem y Adolph Green.

La dirección de Kelly y Donen es rabiosamente dinámica y muy moderna en la época en que fue rodada.

Kelly brilla con luz propia en el papel protagonista, tanto en las escenas de comedia, las de acción, rememorando su reciente papel de D'Artagnan en "Los Tres Mosqueteros", y está sublime en las secuencias musicales, tanto en la romántica balada "You're my Lucky Star", como en la irreverente y gamberra "Moses", la esperanzada y optimista "Good Morning", o la grandiosa "Singing in the rain".

Donald O'Connor es el perfecto y simpático compañero de Kelly, retomando y superando la función que había asumido Frank Sinatra en films anteriores, su interpretación de "Make'em Laugh", subiéndose literalmente por las paredes, es uno de los más dinámicos y divertidos números musicales jamás filmados.

El resto del reparto, incluyendo a Jean Hagen y Debbie Reynolds, está sencillamente perfecto en los papeles asignados.

Mención aparte merece una maravillosa Cyd Charisse, cuya hipnótica aparición en el doble papel de ángel y demonio en el número "Broadway Melody", le valió el papel protagonista al año siguiente, en el musical "Melodías de Broadway,1955", junto a, nada menos que, Fred Astaire, y el recuerdo imperecedero de todos los amantes del cine.

El optimismo, la fuerza y la alegría de vivir que emanan del film, siguen siendo tan contagiosos en la actualidad, como lo fueron en el momento de su estreno, ¿o es que alguien es capaz de resistirse a tararerar "Singing in the rain" cuando suenan sus primeros compases?
Maximillian
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