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España España · Barcelona
Voto de SCuenca:
10
Drama. Comedia En 1948 Clément Mathieu, profesor de música desempleado, acepta un puesto como profesor vigilante en un internado de reeducación de menores. El sistema represivo aplicado por el director conmociona a Mathieu. Enseñándoles música y canto coral a estos niños tan difíciles, Mathieu transformará sus vidas cotidianas.
1 de marzo de 2010
24 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien me preguntase alguna vez cuales son mis diez películas preferidas, sin dudarlo la que se da cita en esta crítica estaría en dicho listado. Una cinta que nos muestra el lado más amargo de la sociedad, la transcendencia de la música como mejor forma de expresión y posiblemente es la que mejor muestra el lado más humano que solemos dejar en el olvido y que aquí queda bien personificado en cada uno de los actores.

La historia comienza en Estados Unidos, mostrándonos a un director de orquesta con cierto prestigio dando un concierto de música. Una vez finalizada su actuación, recibe la triste noticia de que su madre ha fallecido. Más tarde, llega un desconocido que llama a su puerta y le muestra un libro y unas fotografías.

A raíz de la aparición del susodicho, el argumento de la película retrocede hasta el año 1949, en Francia, donde nos encontraremos con Clement Mathieu, un profesor de música en paro que anteriormente había sido vigilante y que ahora empezará a trabajar en un centro de reeducación de menores, con métodos especialmente drásticos y represivos. La escuela correccional llamada Fond de L'Etang (El Fondo del Estanque) es dirigida por el director Rachin que basa sus enseñanzas en el método “acción-reacción”, métodos bastante estrictos. A Mathieu no le gustan los drásticos métodos de Rachin por lo que intentará, mediante la música, acercarse a unos niños rebeldes, sin futuro ni motivación alguna formando un coro no oficial.

En cuanto al reparto, es magnifico y logra mostrar lo que quiere realmente. Clement Mathieu (Gérard Jugnot) hace un excelente papel, del que logras encariñarte con él muy rápidamente debido a su gran bondad y forma de hacerles ver a los chicos a través de la música el sentido de la vida, algo realmente importante y valioso que en la cinta se logra a la perfección.

Resulta encantador ver como Pierre Morhange (Jean-Baptiste Maunier) muestra su gran facultad como cantante, que guarda con recelo y sólo expresa en la intimidad de una forma maravillosa. El director Rachin (François Berléand) nos muestra la verdadera cara de un trepa sin escrúpulos y sin éxito en la vida que lo único que ha logrado es ser un estricto director de poca monta pero con el cual también podremos indentificarnos.

La empatía que se crea con los personajes es extraordinaria, sobretodo con los niños por los que uno llega a sentir cierta lástima e incluso aprecio. Chiquillos objetivos de futuro, ni nada que hacer hasta que no aparece Mathieu y les da un sentido a su vida. Veremos como pasan del método “acción-reacción” drástico a otro más agradable, como es la música, con la que pueden mostrar sus verdaderas ilusiones. En cuanto a ésta misma, la banda sonora juega un papel fundamental como desencadenante de las emociones. La música es la expresión de los sentimientos y este será el papel fundamental que jugara en esta película.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
SCuenca
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