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Argentina Argentina · santa fe
Voto de rouse cairos:
8
Aventuras. Drama Karamakate fue en su día un poderoso chamán del Amazonas; es el último superviviente de su pueblo y vive en lo más profundo de la selva. Lleva años en total soledad, que lo han convertido en "chullachaqui", una cáscara vacía de hombre, privado de emociones y recuerdos. Pero su solitaria vida da un vuelco el día en que a su remota guarida llega Evan, un etnobotánico norteamericano en busca de la yakruna, una poderosa planta oculta, capaz ... [+]
23 de febrero de 2016
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La trama es literalmente una travesía —cargada de simbolismos— por la naturaleza primordial y salvaje del corazón sudamericano. Su hilo conductor lo componen un chamán aborigen (Karamakate) guía de dos exploradores científicos que, en distintos tiempos, tienen un mismo objetivo: localizar la extinguida yakruna, una planta de poderes curativos.
La historia es una fascinante exploración del choque cultural entre lo civilizado y racional, que separa y divide, frente a una cosmovisión integradora del mundo, donde los sueños abren caminos y acercan enseñanzas.
El film se desarrolla y avanza entre lo real y lo onírico, entre el misticismo y la crítica social, con la constante del manejo ambiguo y desconcertante del tiempo, donde el chamán es siempre el mismo (Karamakate), pero lo vemos tanto anciano como en plena juventud, según se narra la historia de uno u otro explorador. Todo se entrecruza (las subtramas principales y paralelas transcurren entre 1909 y 1940).
Con dosis justas de simbolismos y metáforas visuales, desde el mismo título del filme, la historia está siempre atravesada por la dualidad: dos expediciones con mucho en común y también complementarias; un científico viejo y enfermo vs. chamán joven; el otro, es un expedicionario solitario, joven y fuerte vs. chamán anciano. Todos, incluyendo a los espectadores, participan de una exploración visualmente hipnótica del hombre, la naturaleza y los poderes destructivos del choque cultural. Una travesía no exenta de terror y belleza.

El centro de la película encierra una reflexión crítica, poco complaciente, con ecos del Conrad de “El corazón de las tinieblas” y su amarga resonancia sobre el choque de culturas, que se visualiza en cicatrices sobre la espalda de los indios; dibujos borrados; piedras y troncos arañados; vestimenta que cubre la desnudez, cambiando la inocencia por la culpa.
Un halo de misticismo acompaña todo el film, junto con la visión del indígena, que nos permite apreciar ese lugar sagrado de forma tan especial e íntima, esa cosmogonía donde la boa es sagrada porque cayó del cielo y se transformó en ese río serpiente que posibilita la vida y que tanto protagonismo estético tiene en la bellísima fotografía en blanco y negro.
Están presentes en la historia, todas las críticas que se han hecho y se hacen a la degradación de la selva amazónica, al colonialismo que arrasa culturas y sus mundos, esclavizando y evangelizando, en pos de riquezas materiales.
Ciro Guerra no pertenece a una vanguardia de cine formalmente nuevo; sin embargo su película puede encabezar con toda justicia esta nueva etapa del cine colombiano de proyección internacional. Al final, cambia la técnica: aparece el color y el relato escapa hacia otra cosa. Esa repentina derivación no funciona demasiado bien, pero en la inmensa mayoría de su metraje “El abrazo...” es una experiencia tan atrapante como emocionante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
rouse cairos
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