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Voto de Demetrio Rudin:
9
Cine negro. Thriller Tony Camonte (Paul Muni), un pistolero de origen italiano, ignorante y sin escrúpulos, es el lugarteniente de Johnny Lovo (Osgood Perkins), el hampón más poderoso del South End de Chicago. Ambicioso y cruel, Camonte, que por una cicatriz que le cruza el rostro recibe el apelativo de Cara cortada, elimina poco a poco a los rivales de su jefe hasta que, con la ayuda de su amigo Gino Rinaldo (George Raft), le arrebata el poder también a él ... [+]
12 de junio de 2006
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tony Camonte es el protagonista de un relato que muestra su ascensión al amparo del gangster Lovo, quien ha asesinado a Costillo, el mafioso que domina la distribución de cerveza en el sur de la ciudad. Tony vive con su madre y su hermana, excesivamente sobreprotegida por este.

Basada en una novela con la que comparte nombre, Scarface es una de las mejores películas gangsteriles rodadas a comienzos de los años treinta junto con otros títulos como “Hampa dorada”. La historia se presenta como una evidente denuncia de las bandas mafiosas de la época, que se hallaban en pleno apogeo por aquel entonces. De esta manera, la obra se abre con dos rótulos, que advierten de la veracidad de los hechos, dejando caer una dura crítica contra la posición del gobierno y de la ciudadanía en general, así mismo, ciertos elementos de la trama adquieren gran importancia simbólica al final de la cinta, un ejemplo es el gran cartel que versa “el mundo es tuyo”, vital para entender el tono didáctico del film. Por otra parte, el personaje principal esta inspirado en Al Capone; en este aspecto, el relato nos introduce las dos personalidades de los capos mafiosos mediante el esbozo de Tony, un hombre inseguro, como se subraya durante el fatal desenlace, necesitado de reconocimiento público y dinero, y Lobo, un gangster más calculador, frío e incluso cobarde. El argumento condensado en apenas hora y media de duración, posee ritmo y sobriedad, retratando perfectamente el ascenso del propio Tony a las altas esferas de la mafia, haciéndose con el control total sobre el tráfico de licores de la ciudad.

La estupenda fotografía expresionista de Lee Grames, con un perfecto uso de luces (escenarios nocturnos, en los que las farolas aportan una escasa claridad a la acción) y sombras (un ejemplo, el primer asesinato de Tony, durante los primeros minutos, rodado íntegramente mediante el reflejo de las sombras en la pared) es quizás el aspecto más destacable dentro de la ya de por sí excelente puesta en escena de la que hace gala el film. Personalmente me sorprendieron las últimas secuencias, de gran dramatismo; en especial, el sabio uso que hace Hawks de las contraventanas de metal, como símbolo de la protección que Tony necesita y que incluso acabaran por matar a su hermana, al herirla mortalmente con una bala que sale rebotada del revestimiento de acero. Dentro del reparto brilla Paúl Muni, participe en otras obras negras, como “soy un fugitivo”. En esta ocasión Muni lleva a cabo el papel criminal de manera encomiable, muy bien acompañado en cualquier caso por Ann Dvorak. La banda sonora resulta escasa, únicamente merece la pena resaltar las composiciones de jazz con gran ritmo.

Ateniéndonos a lo dicho, se puede definir a Scarface como un sobresaliente título negro, imprescindible para todo buen seguidor del cine clásico.
Demetrio Rudin
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