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Voto de Daniel Carpintero:
10
7,4
25.594
Ciencia ficción. Drama
Lacie (Bryce Dallas Howard) trabaja en una oficina y vive en un mundo aparentemente ideal donde cualquier interacción humana, por pequeña que sea, se evalúa en redes sociales, y donde predomina la obsesión por tener una buena imagen pública. Su amiga del colegio Naomi (Alicia Eve) está muy bien posicionada en la élite social, y Lacie está desesperada por unirse a ella. (FILMAFFINITY)
21 de octubre de 2016
19 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer capítulo que veo de la nueva temporada de Black Mirror. Quizá por ser el referente, según he leído en la crítica, por tener a las caras más reconocidas, y por venir el primero ubicado en la lista de Netflix. HAbía que elegir, ya que en esta atípica serie los capítulos son independientes y no vienen numerados con un orden (ni tan siquiera de emisión como en pasadas temporadas, pues han sido estrenados 6 de golpe en la plataforma online).
Y no empezamos bien, sino de maravilla. Estos 60 minutos están a la altura de anteriores temporadas, e incluso lo sitúo por encima de la media a la que nos tiene acostumbrados Black Mirror. Trata básicamente del uso masivo y generalizado de una ficticia red social, que vendría a ser una fusión de las que ya conocemos hoy en día (Facebook, Instagram, Badoo, etc), la cual cuenta con el añadido de una puntuación, que puede ir desde 0 a 5 estrellas, y que marca la reputación de la vida de cada persona. Esta puntuación sube o baja dependiendo de los votos del resto del mundo con el que te vas cruzando en tu vida, y que pueden puntuar tanto a la persona en conjunto, como a las fotos o vídeos que suba. Además, la gente lleva unas lentillas implantadas que permiten conocer al instante la puntuación global de cualquiera con solo mirarle.
Me ha impresionado en primer lugar el enorme grado de verosimilitud del escenario planteado, frente a anteriores historias, que si bien eran factibles y la mayoría pensábamos que podrían darse en un futuro no tan lejano, también se introducían elementos demasiado alejados de nuestro mundo actual (recordemos simplemente la cárcel de "15 millones de méritos" o los clones de conciencias encerrados en cápsulas del tiempo de "Blanca Navidad"), o bien se daban situaciones que cuesta un poquito más figurarse fuera de la pantalla: un Presidente del Gobierno tirándose a un cerdo; una persecución tan angustiosa como la de "Oso Blanco" grabada a lo Gran Hermano; o un peluche ganando las elecciones, con permiso de Trump. Sin embargo, en "Caída en Picado" no hablamos del futuro, sino del presente. Yo mismo me he visto imbuido muchas veces en las redes sociales, dándoles una importancia que cabe preguntarse hasta dónde es sana para el sujeto. Me he reconocido en sus personajes, y he reconocido a gente de mi círculo entre ellos. Basta que te guste demandar cierta atención, seas un poco competitivo (por el tema de los números puntuando) y sientas esa curiosidad innata por los demás también conocida como cotilleo para que caigas profundamente en sus redes.
Pero el episodio va bastante más allá: la sociedad está totalmente jerarquizada en base a tu puntuación en la red social, hasta el punto de parecer el sustituto del actual dinero. Dilema moral (que actualmente se da igual con el patrimonio que posees): como se supone que a mayor puntuación en la red, quiere decir que recibes mejores impresiones de los demás, se deduce que eres una persona más "apta", por así decirlo, para moverte en sociedad, que serás más interesante, más agradable, encantador... y todo ello en un mundo idealizado y distópico (¡cómo no, es Black Mirror!) en el que impera la sonrisa, la superficialidad, el fingimiento, en el que está imperante una represión de las bajas pasiones, del insulto, del grito, de las malas caras...
En definitva, Black Mirror 100% en estado puro. Un clasicazo. Rabiosa actualidad. Dilemas morales, reflexión sobre el comportamiento humano, y cómo nos etiquetamos unos a otros en base a un número. No te la puedes perder. Ni dejarla de puntuar con 5 estrellas :)
Y no empezamos bien, sino de maravilla. Estos 60 minutos están a la altura de anteriores temporadas, e incluso lo sitúo por encima de la media a la que nos tiene acostumbrados Black Mirror. Trata básicamente del uso masivo y generalizado de una ficticia red social, que vendría a ser una fusión de las que ya conocemos hoy en día (Facebook, Instagram, Badoo, etc), la cual cuenta con el añadido de una puntuación, que puede ir desde 0 a 5 estrellas, y que marca la reputación de la vida de cada persona. Esta puntuación sube o baja dependiendo de los votos del resto del mundo con el que te vas cruzando en tu vida, y que pueden puntuar tanto a la persona en conjunto, como a las fotos o vídeos que suba. Además, la gente lleva unas lentillas implantadas que permiten conocer al instante la puntuación global de cualquiera con solo mirarle.
Me ha impresionado en primer lugar el enorme grado de verosimilitud del escenario planteado, frente a anteriores historias, que si bien eran factibles y la mayoría pensábamos que podrían darse en un futuro no tan lejano, también se introducían elementos demasiado alejados de nuestro mundo actual (recordemos simplemente la cárcel de "15 millones de méritos" o los clones de conciencias encerrados en cápsulas del tiempo de "Blanca Navidad"), o bien se daban situaciones que cuesta un poquito más figurarse fuera de la pantalla: un Presidente del Gobierno tirándose a un cerdo; una persecución tan angustiosa como la de "Oso Blanco" grabada a lo Gran Hermano; o un peluche ganando las elecciones, con permiso de Trump. Sin embargo, en "Caída en Picado" no hablamos del futuro, sino del presente. Yo mismo me he visto imbuido muchas veces en las redes sociales, dándoles una importancia que cabe preguntarse hasta dónde es sana para el sujeto. Me he reconocido en sus personajes, y he reconocido a gente de mi círculo entre ellos. Basta que te guste demandar cierta atención, seas un poco competitivo (por el tema de los números puntuando) y sientas esa curiosidad innata por los demás también conocida como cotilleo para que caigas profundamente en sus redes.
Pero el episodio va bastante más allá: la sociedad está totalmente jerarquizada en base a tu puntuación en la red social, hasta el punto de parecer el sustituto del actual dinero. Dilema moral (que actualmente se da igual con el patrimonio que posees): como se supone que a mayor puntuación en la red, quiere decir que recibes mejores impresiones de los demás, se deduce que eres una persona más "apta", por así decirlo, para moverte en sociedad, que serás más interesante, más agradable, encantador... y todo ello en un mundo idealizado y distópico (¡cómo no, es Black Mirror!) en el que impera la sonrisa, la superficialidad, el fingimiento, en el que está imperante una represión de las bajas pasiones, del insulto, del grito, de las malas caras...
En definitva, Black Mirror 100% en estado puro. Un clasicazo. Rabiosa actualidad. Dilemas morales, reflexión sobre el comportamiento humano, y cómo nos etiquetamos unos a otros en base a un número. No te la puedes perder. Ni dejarla de puntuar con 5 estrellas :)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Como toda distopía, el episodio se articula en torno a dos paradigmas: el negativo, asociado al mundo distópico, y el positivo, asociado a su ruptura.
El paradigma negativo que nos presenta "Caída en Picado", como siempre en Black Mirror, viene asociado al uso desmedido de una nueva tecnología como son las redes sociales. Este paradigma (representado por la protagonista al principio, y por su amiga de la infancia y su novio durante todo el capítulo) es la aparente "vida feliz" que llevan en ese mundo, adaptados a él, en la élite de la sociedad (tienen más de 4/5 estrellas). No parecen tener motivos para mirar más allá. Siempre viven con una sonrisa, aunque sea postiza, reprimen gran parte de sus sentimientos más profundos, no se permiten nada que no vaya a agradar a los demás, por miedo a perder su puntuación. En realidad el miedo es el motor de este paradigma.
Hasta que el mundo supra-4-estrellas de la protagonista se tambalea, y entonces empieza a entrar en el paradigma positivo del episodio.
El paradigma positivo viene a ser la ruptura con el sistema establecido por la red social, con sus puntuaciones, y por tanto con la necesidad constante de agradar a todo el mundo, fingir lo que no se siente y estar atado de pies y manos. Representado por el hermano de la protagonista, y por la camionera que la recoge haciendo auto-stop para llevarla a la boda de su amiga. Esta mujer, con poco más de 1/5 estrellas, está en las cloacas de la sociedad. Sin embargo, el ligero maniqueísmo del capítulo hace que el espectador rápidamente conecte con ella y abra los ojos ipso facto. Lástima que en un caso real no nos fuera tan fácil abrirlos...
Por su parte la protagonista va mutando de un paradigma al otro a lo largo de la cinta, aunque el punto de inflexión más claro se produce al conocer a la camionera. Sin embargo, el detonante ya se había producido antes, cuando pierde el vuelo y como consecuencia de esto pierde los estribos y con ellos parte de sus estrellas. Esto le lleva a quedar más y más excluida en una sociedad que mide todo en base a estrellas, lo que retroalimenta su frustración y desesperación, que de nuevo le hacen quedar como políticamente incorrecta delante de los demás, perdiendo aún más puntuación.
Por poner un pero al capítulo, diré que el final no me termina de convencer. Se veía venir el discursito en la boda, pero, precisamente por ya esperarlo, deseaba algo aún más grandioso, que me quitara el aliento. En cambio sus frases deshilachadas en estado de embriaguez no me terminan de redondear el capítulo. Menos aún lo hace la escena final en la cárcel, donde se reencuentra con el que parece ser un pobre desahuciado antiguo compañero de trabajo, que también cayó en desgracia ante los demás perdiendo puntuación hasta acabar ahí. Ambos se desahogan a insultos y gritos, pues esa liberación sin presas del torrente de emociones humanas es lo que nos hace sentirnos vivos. No digo que sea mal final, pero para un episodio tan sumamente bueno, esperaba un final épico. Quizá, sin más, deja abierta la mente del espectador a divagar sin descanso sobre todos estos asuntos, sin entrar en más detalles.
Y la verdad que esta distopía me ha dado para mucho que reflexionar. Grande Black Mirror, gran nueva temporada.
El paradigma negativo que nos presenta "Caída en Picado", como siempre en Black Mirror, viene asociado al uso desmedido de una nueva tecnología como son las redes sociales. Este paradigma (representado por la protagonista al principio, y por su amiga de la infancia y su novio durante todo el capítulo) es la aparente "vida feliz" que llevan en ese mundo, adaptados a él, en la élite de la sociedad (tienen más de 4/5 estrellas). No parecen tener motivos para mirar más allá. Siempre viven con una sonrisa, aunque sea postiza, reprimen gran parte de sus sentimientos más profundos, no se permiten nada que no vaya a agradar a los demás, por miedo a perder su puntuación. En realidad el miedo es el motor de este paradigma.
Hasta que el mundo supra-4-estrellas de la protagonista se tambalea, y entonces empieza a entrar en el paradigma positivo del episodio.
El paradigma positivo viene a ser la ruptura con el sistema establecido por la red social, con sus puntuaciones, y por tanto con la necesidad constante de agradar a todo el mundo, fingir lo que no se siente y estar atado de pies y manos. Representado por el hermano de la protagonista, y por la camionera que la recoge haciendo auto-stop para llevarla a la boda de su amiga. Esta mujer, con poco más de 1/5 estrellas, está en las cloacas de la sociedad. Sin embargo, el ligero maniqueísmo del capítulo hace que el espectador rápidamente conecte con ella y abra los ojos ipso facto. Lástima que en un caso real no nos fuera tan fácil abrirlos...
Por su parte la protagonista va mutando de un paradigma al otro a lo largo de la cinta, aunque el punto de inflexión más claro se produce al conocer a la camionera. Sin embargo, el detonante ya se había producido antes, cuando pierde el vuelo y como consecuencia de esto pierde los estribos y con ellos parte de sus estrellas. Esto le lleva a quedar más y más excluida en una sociedad que mide todo en base a estrellas, lo que retroalimenta su frustración y desesperación, que de nuevo le hacen quedar como políticamente incorrecta delante de los demás, perdiendo aún más puntuación.
Por poner un pero al capítulo, diré que el final no me termina de convencer. Se veía venir el discursito en la boda, pero, precisamente por ya esperarlo, deseaba algo aún más grandioso, que me quitara el aliento. En cambio sus frases deshilachadas en estado de embriaguez no me terminan de redondear el capítulo. Menos aún lo hace la escena final en la cárcel, donde se reencuentra con el que parece ser un pobre desahuciado antiguo compañero de trabajo, que también cayó en desgracia ante los demás perdiendo puntuación hasta acabar ahí. Ambos se desahogan a insultos y gritos, pues esa liberación sin presas del torrente de emociones humanas es lo que nos hace sentirnos vivos. No digo que sea mal final, pero para un episodio tan sumamente bueno, esperaba un final épico. Quizá, sin más, deja abierta la mente del espectador a divagar sin descanso sobre todos estos asuntos, sin entrar en más detalles.
Y la verdad que esta distopía me ha dado para mucho que reflexionar. Grande Black Mirror, gran nueva temporada.