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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
8
Drama Petra no sabe quién es su padre, se lo han ocultado a lo largo de su vida. Tras la muerte de su madre inicia una búsqueda que le conduce a Jaume, un célebre artista plástico poderoso y despiadado. En su camino por conocer la verdad, Petra también entra en contacto con Lucas, hijo de Jaume, y Marisa, esposa de Jaume y madre de Lucas. A partir de ese momento, la historia de estos personajes se va entretejiendo en una espiral de maldad, ... [+]
20 de octubre de 2018
39 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
En tiempos de banalización de absolutamente todo, Jaime Rosales sigue entendiendo la pantalla cinematográfica como un lienzo en blanco abierto a la experimentación. De su carácter iconoclasta y valiente ha surgido una de las filmografías más relevantes del último cine español, un conjunto en el que Petra, presentada en el último Festival de Cannes, promete ocupar una posición de privilegio. La protagonista del film, como Rosales, busca la verdad del arte, y al final de su periplo encuentra una masculinidad cruel, una feminidad solitaria, también solidaria, y una herencia caprichosa que, mediante la circularidad de la tragedia clásica, funde la tierra mediterránea con la herida de las fosas de la Guerra Civil, el capitalismo despótico con el ensimismamiento artístico; incluso, para quien quiera detenerse en ello, una singular tensión entre la esfera castellana y catalana, tan sutil que se diría ajena a la actualidad política de los últimos meses.

Petra pinta, y con ella Rosales también da pinceladas precisas. Aunque el acto de crear pueda ser un viaje hacia la locura. Aunque al final todo se reduzca a la destrucción de un cuadro en el que otrora se representaba el rostro de un padre perdido. Podríamos dedicar líneas de texto a analizar cada uno de los rastros que el director barcelonés va dejando a lo largo del metraje, y lo haríamos con la certeza de que en el cine de Rosales todo significa, nada es casual. Porque en el fondo escribir sobre sus películas significa descifrarlas, interpretarlas, racionalizarlas desde el intelecto pero también desde la emoción. Por ello, lo más sensato es mantener la sorpresa del espectador y definir Petra como lo que es: un gran misterio. Preñado de truculencia. Tan descarnado que hiere. Cargado de un humor negro inédito en su artífice. Con una fotografía que toma la mirada de un espectro intruso y con unos actores que parecen ajenos a la matemática de un guión.

Una película en la que se charla, camina y cocina. Que vuelve a nosotros horas después de su visionado. Que muere y renace, como hizo la ciudad de Petra desde la antigüedad hasta nuestros días. Un relato que en última instancia nos cuestiona como seres humanos. ¿Realmente el paso de las generaciones, el avance de las civilizaciones, tal vez la vida misma, se basa en el concepto de la perpetua humillación? ¿Acaso el arte, el plástico al que recurre Petra o el cinematográfico que domina Rosales, no está en la obligación de representar o revertir esa situación?

@CinoscaRarities | Más críticas en http://cachecine.blogspot.com
Xavier Vidal
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