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Voto de seagal4ever:
7
7,1
1.531
Drama
Castilla La Vieja, 1900. En una aldea asolada por la sequía, un labrador que malvive con su mujer y su hijo, decide dejar sus tierras, sobre la que parece pesar una maldición, y probar fortuna en la ciudad. (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2009
42 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama rural ambientado en la Castilla de los años '30 que narra la desgracia de los habitantes de un pequeño pueblo salmantino que se ve obligado a emigrar ante las inclemencias meteorológicas, que imposibilitan cualquier forma de subsistencia con el destrozo año tras año de la cosecha.
La película está considerada por muchos como la mejor película española del periodo mudo, si bien es preciso realizar una serie de puntualizaciones al respecto. La primera versión del filme, rodada por Florián Rey y financiada por el propio Pedro Larrañaga (costó 22.000 pesetas), se trataba de una versión muda. Sin embargo, en 1930 ya existía la técnica sonora, y tras realizar una serie de pases previos entre sus más allegados, le instaron a sonorizarla. Y así lo hizo. En los estudios Tobis franceses se produjo la sonorización y el filme pudo estrenarse tanto en Francia como en España en 1930 como una película sonora.
La cinta fue un rotundo éxito, y debido a ello, todas las copias terminaron estropeándose y desapareciendo. Es por ello que la versión que se conserva en la actualidad, restaurada por el ICAA en 1986 con motivo del Festival de Valladolid del mismo año, es muda, ya que los negativos empleados, y que eran los únicos que se conservaban, eran los de la versión silente. Así pues, la película muda nunca existió para el público de la época.
La historia se centra en la desgracia de Juan y su familia. Ante la pérdida de la cosecha, todos los habitantes del pueblo ven peligrar su subsistencia por la falta de alimentos. Todos menos el tío Lucas, el prestamista del lugar. Furioso con la situación, Juan le ataca y es encarcelado. Su mujer decide partir hacia la ciudad en busca de fortuna, como hacen el resto de aldeanos, dejando en el pueblo a su hijo a cargo del abuelo invidente.
La película está considerada por muchos como la mejor película española del periodo mudo, si bien es preciso realizar una serie de puntualizaciones al respecto. La primera versión del filme, rodada por Florián Rey y financiada por el propio Pedro Larrañaga (costó 22.000 pesetas), se trataba de una versión muda. Sin embargo, en 1930 ya existía la técnica sonora, y tras realizar una serie de pases previos entre sus más allegados, le instaron a sonorizarla. Y así lo hizo. En los estudios Tobis franceses se produjo la sonorización y el filme pudo estrenarse tanto en Francia como en España en 1930 como una película sonora.
La cinta fue un rotundo éxito, y debido a ello, todas las copias terminaron estropeándose y desapareciendo. Es por ello que la versión que se conserva en la actualidad, restaurada por el ICAA en 1986 con motivo del Festival de Valladolid del mismo año, es muda, ya que los negativos empleados, y que eran los únicos que se conservaban, eran los de la versión silente. Así pues, la película muda nunca existió para el público de la época.
La historia se centra en la desgracia de Juan y su familia. Ante la pérdida de la cosecha, todos los habitantes del pueblo ven peligrar su subsistencia por la falta de alimentos. Todos menos el tío Lucas, el prestamista del lugar. Furioso con la situación, Juan le ataca y es encarcelado. Su mujer decide partir hacia la ciudad en busca de fortuna, como hacen el resto de aldeanos, dejando en el pueblo a su hijo a cargo del abuelo invidente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Usando elementos del cine soviético, así como también del expresionismo alemán, Florián Rey logra recrear una atmósfera cargada y agobiante en toda la secuencia que se desarrolla en el pueblo de Luján. Las nubes recorriendo el cielo, amenazantes, las caras sombrías de los desdichados campesinos, conocedores que nada bueno van a traer, las plegarias en la iglesia para evitar la situación... Un espectacular mosaico de desolación que cristaliza con el éxodo masivo de los lugareños hacia las ciudades de la zona: Salamanca y Segovia, con unas estremecedoras imágenes de los carros cargados dejando tras de sí la aldea, mientras un afligido Juan ve desde la cárcel la marcha de su esposa sin poder hacer nada por evitarlo. Sin lugar a dudas se trata de la parte más destacada del filme, que luego se vuelve bastante más convencional.
En esta segunda parte se cuenta el encuentro entre Juan y su esposa Acacia tres años después de haberse producido el exilio, habiéndose convertido la segunda en una mujer de mal vivir, corrompida por la ciudad. El centro de atención se traslada a la turbulenta relación de ambos personajes, y cómo intentan hacer creer al abuelo que todo marcha sobre ruedas, al menos hasta que muera... El tema del honor toma aquí todo el protagonismo, y resultan especialmente destacables las escenas del lapidamiento de Acacia por parte de unos chavales que la consideran una bruja, o la impactante escena final de una trastornada Acacia meciendo una cuna vacía y pidiendo silencio a los presentes, para evitar despertar al niño.
Destacable filme del periodo mudo español, que con muy pocos medios consiguió transmitir unas poderosas sensaciones, que sin embargo su remake de 1942, también de Florián Rey, y con mucho más presupuesto, no logró, pese a conseguir esta segunda versión el premio a la mejor película en el Festivas de Cine de Venecia de 1943.
En esta segunda parte se cuenta el encuentro entre Juan y su esposa Acacia tres años después de haberse producido el exilio, habiéndose convertido la segunda en una mujer de mal vivir, corrompida por la ciudad. El centro de atención se traslada a la turbulenta relación de ambos personajes, y cómo intentan hacer creer al abuelo que todo marcha sobre ruedas, al menos hasta que muera... El tema del honor toma aquí todo el protagonismo, y resultan especialmente destacables las escenas del lapidamiento de Acacia por parte de unos chavales que la consideran una bruja, o la impactante escena final de una trastornada Acacia meciendo una cuna vacía y pidiendo silencio a los presentes, para evitar despertar al niño.
Destacable filme del periodo mudo español, que con muy pocos medios consiguió transmitir unas poderosas sensaciones, que sin embargo su remake de 1942, también de Florián Rey, y con mucho más presupuesto, no logró, pese a conseguir esta segunda versión el premio a la mejor película en el Festivas de Cine de Venecia de 1943.