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Voto de LAHETITIA:
7
7,6
2.220
Serie de TV. Drama. Acción. Thriller
Serie de TV (2012). 113 episodios. Versión libre del libro "La parábola de Pablo". Describe la vida del narco colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria desde su infancia. El uso de la violencia indiscriminada lo convirtió en el narcotraficante más temible de finales del siglo XX. Llegó incluso a desestabilizar al gobierno colombiano, hasta el punto de ser el criminal más buscado del mundo. (FILMAFFINITY)
22 de noviembre de 2012
40 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya muchos conocíamos a Alonso Salazar como escritor gracias a su libro de crónicas “No nacimos pa’ semilla”, el cual era de obligada lectura en aquellos tiempos de la adolescencia y que nos adentraba en el mundo del sicariato en Medellín. Más bien, poco más sabía yo de quién es este señor. Pero valga la pena señalar, que Alonso Salazar además de escritor es periodista y político, para esta última faceta recuérdese como secretario de gobierno de Medellín y posteriormente como Alcalde de esta misma ciudad (2004-2006; 2007) muy cercano al gobierno nacional de ese momento. Y es Alonso Salazar, quien habría hecho una investigación que incluye a personas cercanas a Pablo Escobar para contar no solo la vida del capo, sino también la vida de Colombia durante su “imperio”. El resultado de dicha investigación es el libro “La parábola de Pablo”, y es el utilizado por Caracol TV Colombia para producir esta serie. Como directores y creadores se cuentan familiares directos de dos de las víctimas de Pablo Escobar: Juana Uribe (sobrina de Carlos Galán) y Camilo Cano (hijo menor de Guillermo Cano). De otro lado, se cuenta con la dirección de Carlos Moreno, conocido ya por “Perro come perro” (2008). Sin embargo, también hay que señalar el descontento de Sebastián Marroquín (nueva identidad del hijo de Pablo Escobar, residente en Argentina) con la serie, ya que a su juicio esta no incita a la reflexión de los jóvenes para no seguir el camino de su padre y por otro lado, no contempló los otros aspectos que hacían parte del “ser” Pablo Escobar, agrega, que a la familia nunca se le consultó nada ni se le pidió permiso para nada. Y es en medio de todas estas partes que se recrea en TV “Escobar el patrón del mal”, una serie más de narcos (?) que causó polémica en Colombia. ¿Qué tan libre será esta versión?, para que muchos se hayan quedado con el sin sabor de boca esperando ver otros nombres y situaciones comprometedoras, que se encuentran en el libro de Virginia Vallejo (Amando a Pablo, odiando a Escobar)...ahí sí nada que hacer, muchos no leímos el libro de Salazar y los productores se “salvan” dejando claro que es una versión libre de “La parábola de Pablo”.
La serie arranca con la niñez de Pablo Escobar; un Colombiano más, que nace en una familia típica colombiana y, casi típicamente, se desarrolla en esta cultura que tanto daño nos hace a los colombianos: “la cultura del vivo”, donde todo se vale, donde se pueden hacer las cosas desde que a uno no lo pillen, donde hecha la ley hecha la trampa, donde por “plata pa’ las que sea”, donde “este mundo es de vivos y no de pendejos”. Continua con sus inicios, sus “glorias” (?) y su muerte. Pienso yo, que esta no es una serie que solo dibuje a Pablo Escobar, considero que mostró (más o menos...) una radiografía de la sociedad colombiana, porque no fue solo Pablo Escobar el de las ideas y el que se benefició de su dinero, hay que ver, como muchos sectores de la sociedad colombiana (incluyendo la clase dirigente y los grupos armados) aprovecharon de sus favores, su poder y su riqueza. Hay que ver, como lo más corrupto de este país se unió en torno a Pablo Escobar para lograr sus fines. La serie, pese a alguna que otra imprecisión (¿ambigüedad?) histórica, logra que los colombianos hagamos memoria de todo aquello que sucedió en los 80’s hasta inicios de los 90’s. Muy preciso el collage que se hace entre las situaciones recreadas en la serie con las de archivo. Además, veo con satisfacción como se le pusieron rostros a las historias de vida de muchos colombianos de a pie que vivieron la demencia de este hombre; no solo se mostró las victimas “de nombre” en nuestro país como el caso de los políticos, los policías y los periodistas.
Para mí, “Escobar el patrón del mal” no es una serie más de narcos. Si bien, se muestra la excentricidad, la riqueza y el despilfarro, si bien se muestra que “ya no hay nada por comprar” (como lo diría su propio hijo en el documental “Los pecados de mi padre”), como escribía anteriormente, muestra el rostro del dolor de los colombianos de a pie, de la clase dirigente y de la propia familia de Pablo Escobar; no debe ser fácil ser la esposa del patrón, no deja de ser difícil crecer sin amigos, uno no nace para vivir con el miedo de que lo maten a todo momento, no debe ser fácil perder un oído por un atentado y no por accidente. Como le preguntaría algún personaje al final de la serie: ¿y todo esto valió la pena?
Salvo algunos descaches en edición, durante los 10 primeros capítulos, en lo técnico la producción es impecable. Y es que caracol TV “se mandó la mano al dril” gastando solo en el rodaje 300 millones de pesos por capitulo, la producción más costosa en la historia de esta productora. Y no los gastó mal, ni los estafaron, el producto lo justifica.
(por espacio continuo en el spoiler)
La serie arranca con la niñez de Pablo Escobar; un Colombiano más, que nace en una familia típica colombiana y, casi típicamente, se desarrolla en esta cultura que tanto daño nos hace a los colombianos: “la cultura del vivo”, donde todo se vale, donde se pueden hacer las cosas desde que a uno no lo pillen, donde hecha la ley hecha la trampa, donde por “plata pa’ las que sea”, donde “este mundo es de vivos y no de pendejos”. Continua con sus inicios, sus “glorias” (?) y su muerte. Pienso yo, que esta no es una serie que solo dibuje a Pablo Escobar, considero que mostró (más o menos...) una radiografía de la sociedad colombiana, porque no fue solo Pablo Escobar el de las ideas y el que se benefició de su dinero, hay que ver, como muchos sectores de la sociedad colombiana (incluyendo la clase dirigente y los grupos armados) aprovecharon de sus favores, su poder y su riqueza. Hay que ver, como lo más corrupto de este país se unió en torno a Pablo Escobar para lograr sus fines. La serie, pese a alguna que otra imprecisión (¿ambigüedad?) histórica, logra que los colombianos hagamos memoria de todo aquello que sucedió en los 80’s hasta inicios de los 90’s. Muy preciso el collage que se hace entre las situaciones recreadas en la serie con las de archivo. Además, veo con satisfacción como se le pusieron rostros a las historias de vida de muchos colombianos de a pie que vivieron la demencia de este hombre; no solo se mostró las victimas “de nombre” en nuestro país como el caso de los políticos, los policías y los periodistas.
Para mí, “Escobar el patrón del mal” no es una serie más de narcos. Si bien, se muestra la excentricidad, la riqueza y el despilfarro, si bien se muestra que “ya no hay nada por comprar” (como lo diría su propio hijo en el documental “Los pecados de mi padre”), como escribía anteriormente, muestra el rostro del dolor de los colombianos de a pie, de la clase dirigente y de la propia familia de Pablo Escobar; no debe ser fácil ser la esposa del patrón, no deja de ser difícil crecer sin amigos, uno no nace para vivir con el miedo de que lo maten a todo momento, no debe ser fácil perder un oído por un atentado y no por accidente. Como le preguntaría algún personaje al final de la serie: ¿y todo esto valió la pena?
Salvo algunos descaches en edición, durante los 10 primeros capítulos, en lo técnico la producción es impecable. Y es que caracol TV “se mandó la mano al dril” gastando solo en el rodaje 300 millones de pesos por capitulo, la producción más costosa en la historia de esta productora. Y no los gastó mal, ni los estafaron, el producto lo justifica.
(por espacio continuo en el spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
...Me decidí a aguantar los 10 primeros capítulos pese a que la edición me estaba incomodando solo por ver al genio de Andrés Parra y de verdad que valió la pena. Para mí Andrés Parra hace un trabajo magistral en la interpretación de Pablo Escobar, solo hay que ver imágenes de archivo del capo y uno verá a Pablo Escobar en el rostro y el cuerpo de Andrés Parra, Andrés Parra un monstruo del acto, un genio-un artista!. Sin exageraciones ni nacionalismos, me parece que este papel es digno de premio oscar. Y claro, como no Andrés Parra se iba a llevar toda la atención, si era el protagonista, pero de ninguna manera se debe entender esto como si hubiera algún actor o actriz que haya desentonado, todos lo hicieron muy bien y quedan en la memoria... Todas las interpretaciones me gustaron, pero me llama mucho la atención la de Christian Tappan (el primo de escobar); soberbio, Vicky Hernández (la mamá de Escobar), Cecilia Navia (la esposa de Escobar) etc...Pero hay una historia entre todas estas que se cruzan: la historia de Yesenia (interpretada por Diana Neira) su interpretación y su historia nos desgarró a todas las colombianas que la vimos...las escenas de esa historia son fuertes, muy fuertes. La banda sonora, estuvo a cargo de Yury Buenaventura y fue exclusivamente realizada para la serie y me pareció muy precisa y adecuada para acompañar la tristeza, el dolor y los recuerdos.
Quien sabe por cuánto tiempo se hablará de Pablo Escobar, un hombre lleno de matices y caras...es probable que nunca se logre hacer una lectura completa y precisa de este enamorado de su familia, de este Robin Hood, de este terrorista y psicópata, de este creyente. Es imposible imaginarse este crisol en un solo hombre y también va a ser imposible conocer la verdad que lo rodeó, porque por laxa que sea la serie muchos personajes de la vida nacional quedaron mal parados y otros encubiertos...pero lo cierto, es que Pablo Escobar hizo historia en Colombia, actuó sobre toda una generación y se recordará por varias más. Pero otra verdad, es que ese tramo oscuro de nuestra historia nos ha llevado a los colombianos a una necesidad imperiosa y desesperada por mostrar que somos gente de bien, que los buenos somos más y de cambiar nuestra historia; porque como dice la serie “el que no conoce su historia está condenado a repetirla”.
En realidad antes de ver el último capítulo de la serie mi valoración era de 8, pero este último capítulo me bajó la nota. Y no es que hayan mentido con el final de Pablo Escobar, sino que no me gustó; quedó como “machetiado”, es decir, se hace el final y aparecen los créditos...no se muestra ninguna reacción salvo la de la policía...muchas reacciones que se dieron en su momento nos hubiera ayudado a entender que país éramos, lo que estábamos sufriendo y esas otras caras de Pablo Escobar que desconocemos y no terminamos de imaginar.
Quien sabe por cuánto tiempo se hablará de Pablo Escobar, un hombre lleno de matices y caras...es probable que nunca se logre hacer una lectura completa y precisa de este enamorado de su familia, de este Robin Hood, de este terrorista y psicópata, de este creyente. Es imposible imaginarse este crisol en un solo hombre y también va a ser imposible conocer la verdad que lo rodeó, porque por laxa que sea la serie muchos personajes de la vida nacional quedaron mal parados y otros encubiertos...pero lo cierto, es que Pablo Escobar hizo historia en Colombia, actuó sobre toda una generación y se recordará por varias más. Pero otra verdad, es que ese tramo oscuro de nuestra historia nos ha llevado a los colombianos a una necesidad imperiosa y desesperada por mostrar que somos gente de bien, que los buenos somos más y de cambiar nuestra historia; porque como dice la serie “el que no conoce su historia está condenado a repetirla”.
En realidad antes de ver el último capítulo de la serie mi valoración era de 8, pero este último capítulo me bajó la nota. Y no es que hayan mentido con el final de Pablo Escobar, sino que no me gustó; quedó como “machetiado”, es decir, se hace el final y aparecen los créditos...no se muestra ninguna reacción salvo la de la policía...muchas reacciones que se dieron en su momento nos hubiera ayudado a entender que país éramos, lo que estábamos sufriendo y esas otras caras de Pablo Escobar que desconocemos y no terminamos de imaginar.