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Voto de Isaac Paskual:
4
Thriller. Drama Joe (Joaquin Phoenix), ex marine y antiguo veterano de guerra, es un tipo solitario que dedica su tiempo a intentar salvar a mujeres que son explotadas sexualmente. No se permite ni amigos ni amantes y se gana la vida rescatando jóvenes de las garras de los tratantes de blancas. Un día recibe la llamada de un político porque su hija ha sido secuestrada. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2017
21 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando transcurre mucho tiempo entre proyecto y proyecto, sucede a menudo que en cada nueva película que levantas quieres condensar todo lo que no has podido mostrar en el tiempo que has estado parado. Pretendes plasmar todo lo que llevas dentro acumulado, todo lo nuevo que has adquirido, todo tu arte, todas tus obsesiones, como si no hubiera un mañana. En resumen, pretender es la clave. Han pasado seis años desde “Tenemos que hablar de Kevin” (2011), el anterior trabajo de Lynne Ramsay, y se nota en demasía que en su último film la escocesa ha intentado colarnos todo su saber hacer por la fuerza y sin calzador. Y le ha salido lo que le ha salido. “En realidad, nunca estuviste aquí” es una de las cintas más pretenciosas que he visto durante el último año, si no la más.
Las comparaciones son tan odiosas como inevitables, y muchos han equiparado este último film de Lynne Ramsay con “Drive” (Nicolas Winding Refn, 2011). Yo llegaré más lejos, “En realidad, nunca estuviste aquí” es la versión: maniquea, presuntuosa, decididamente trascendente, moralista, sin carisma e intensa de “Drive”. ¡Qué cantidad de adjetivos, y ninguno en el buen sentido! Y es que es evidente que la escocesa se ha sobrado en un exasperante ejercicio de demostración de fuerza. Ese abuso de planos detalle, esos personajes de continuas miradas perdidas en el horizonte, esa fastuosidad narrativa buscando hacer difícil lo fácil; en fin, demasiada constelación de excesos con un único pretexto, dar empaque a un producto que argumentalmente se tambalea continuamente por culpa de otra manía de su directora, la de cimentar más el pasado de nuestro sufrido protagonista, traumas mediante, que su descuidado presente.
“En realidad, nunca estuviste aquí” es claramente una película de festival, hecha únicamente para llamar la atención. De hecho, en la pasada edición de Cannes obtuvo el premio a mejor guion, que ¿cómo tendrían que ser las demás para que obtuviese el premio una cinta que vive, casi por entera, del silencio, y que argumentalmente no ofrece casi nada?... Joaquin Phoenix también se llevó el galardón a mejor interpretación masculina, seguramente el premio más merecido, aunque también es cierto que en el reparto no hay nadie que le tosa, podría decirse que “En realidad, nunca estuviste aquí” está hecha para el lucimiento de Phoenix.
En definitiva, “En realidad, nunca estuviste aquí” me ha mantenido atento durante sus noventa minutos, pero más por ver como terminaba Lynne Ramsay su exhibición de pecados que porque la historia ofreciese algo realmente nuevo o interesante.
Isaac Paskual
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