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Voto de GonzaloyGracias:
8
Drama Mary Ann Robinson, una chica que vive en el Bronx, Nueva York, con su neurótica y autoritaria madre, y con su amable pero ineficaz padrastro, es violada mientras camina hacia su casa una noche. Mary Ann guarda el secreto de su ataque, se escapa buscando perderse en Manhattan, alquila un piso de mala muerte y toma un trabajo en una tienda. Abrumada por la hostilidad de la gente y su propia desesperación, Mary Ann intenta saltar desde el ... [+]
24 de julio de 2019
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jack Garfein, solo rodó dos películas, "The strange one (El extraño)" y "Algo salvaje". En ambas tuvo problemas con los productores y con el Código Hays, que establecía los límites "morales" que no debían traspasar las películas en Estados Unidos, bien fuera una cuestión de destape, o un hecho que molestara a los bienpensantes, o algo que se saltara la discriminación racial: como la presencia de actores negros.

Garfein era un superviviente de los campos de exterminio nazis. En concreto del campo de Bergen-Belsen. Una vez establecido en Estados Unidos, desarrolló una reconocida carrera como director teatral, y colaboró en el Actors Studio. Conocidos autores (Becket, O'Neill, Arthur Miller...), fueron adaptados a la escena por Garfein. A la vez, fue profesor de actores y actrices de sobra conocidos: Sissy Spacek, Irène Jacob...

El 1957 rodó "The strange one (El extraño)", película en la que tuvo sus primeros problemas con la producción y con el denominado código Hays: introdujo a un grupo de actores afroamaericanos, contraviniendo las políticas de segregación racial vigentes en ese momento.

En 1961 rodó "Algo salvaje", su segundo y último largometraje. Adaptación de la novela "Mary Ann", de Alex Karmel, con fotografía de Eugen Schüfftan (Metrópolis), y música de Aaron Copland. Descrita por el autor como un viaje espiritual, cuenta la historia de una estudiante (Carrol Baker), que al regreso de la universidad, es salvajemente violada. Las secuencias son todo lo explícitas que podían serlo en la época y tienen una enorme fuerza.

Ante la imposibilidad de contar esta agresión a su madre (ni a la policía), decide "desparecer". Abandona la casa materna y alquila una habitación en el Bronx. Es aquí donde conoce a otro ser solitario, desclasado y alcohólico (Ralph Meeker). Con él Mary Ann pasará de ser salvada a un encierro forzoso en el apartamento de su salvador. El personaje de Meeker quiere tomar como rehén a la persona que ha salvado del suicidio para que, a la vez, le salve de su soledad y de la ruina que es su vida. Son secuencias muy bien rodadas, pues trasmiten toda la angustia del encierro, de la necesidad de la huida, y con una violencia larvada que explota en algunas escenas.

Ese viaje espiritual del que habla Garfein pude ser interpretado como la metáfora de un superviviente de los campos: la imposibilidad de contar algo que no debía haber ocurrido, el encierro en sí mismo ante la falta de comprensión del mundo... Pero también como la metáfora de que solo la libertad puede hacernos mejores (Camus)...

Una fotografía impecable, una partitura de Coplan que subraya las disonancias, y una gran actuación de Carrol Baker (pareja del director), y de Ralph Meeker, contribuyen a "materializar" ese viaje espiritual, esta metáfora cinematográfica sobre "lo que no puede ser contado" y sobre la libertad como condición para liberarnos de nuestros miedos.

Para apreciar todas las claves es preciso ver la película. No se la pierdan. Es un tesoro escondido.
GonzaloyGracias
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