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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
9
Comedia. Drama Erica es una mujer feliz tras sus dieciocho años de matrimonio. La vida para esta mujer resulta perfecta. Pero todo cambia cuando un día su marido le confiesa que se ha enamorado de otra y que quiere irse a vivir con ella. A partir de este momento, Erica tendrá que tratar de sobreponerse completamente sola a su nueva situación. (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2013
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1977, al ganar el Oscar a la mejor película “Annie Hall”, se abre un nuevo ciclo sobre el protagonismo de la mujer en el cine comercial americano. Al fin, ese año, parece se le da a la figura femenina su sitio, tras sonadas protestas por la falta de papeles femeninos honrosos y la escasa repercusión que Hollywood les daba, alcanzando su punto álgido pocos años antes, con un revuelo sin precedentes, al no poder ser candidata al Oscar Liv Ullmann por “Secretos de un matrimonio”, ya que la miniserie (exhibida en Suecia) se estrenó comercialmente en el resto del mundo como largometraje con un metraje reducido. Incluso redactaron en vano una carta, que fue firmada por todos los actores y directores que pertenecían a la Academia para que se cambiasen las normas. El caso es que en 1978 el cine “indi” da el campanazo con “Las amigas” de Claudia Weill y cada gran estudio parecía tener ya su película. La de la Fox ese año fue “Una mujer descasada”, aunque este boom femenino duró lo mismo que el Hollywood liberal de 1969, ya que al año siguiente, con el triunfo de “Kramer contra Kramer”, el concepto “familiar” abre un nuevo filón y se van relegando casi todas las historias de índole femenino- intimista a los telefilms, cosa que ocurre con las de carácter familiar varios años después… Y es que sobre todo el esquema de “Una mujer descasada” fue copiado hasta la saciedad. Vista hoy día, algunos incautos pueden incurrir en el error de que se trate de un telefilm al uso. No lo digo por haber sido rodada en Panavision, sino por más razones cinematográficas, como sus logros en el guión. Como ejemplo, la reacción de Erica al comunicarle su marido que le deja por otra, tan lógica como original, ya que hasta entonces nunca la había visto en el cine. Y si no que le pregunten a las generaciones de mujeres que al verla les marcó y les sirvió casi de guía de autoayuda (o de ánimo) en las rupturas sentimentales. Jill Clayburgh obtuvo el premio en Cannes y fue nominada al Oscar. Esta estupenda actriz, proveniente de una familia bien neoyorkina y que ya había triunfado en Broadway, se granjeó enemistades importantes al protagonizar al año siguiente la excelente pero políticamente incorrecta “La luna”, rematando su mala fama al protagonizar una de las más censuradas en la historia del cine como “Hanna K”, de Costa- Gavras, convirtiéndose no en una meritoria actriz de proyectos de riesgo si no injustamente en actriz maldita. Mazursky hizo una de sus mejores películas, quizás algo más triunfalista de la cuenta, pero creo que era necesario en ese momento. No sé si por ese motivo incluso se contó con Bill Conti para la música, pero tanto da, porque en conjunto es una de las aportaciones más importantes que se hicieron quizás para recordarle al cine comercial una feminidad que parecía le interesaba olvidar.
Maggie Smee
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