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Voto de vircenguetorix:
7
7,3
10.350
Drama. Romance. Bélico
Adaptación de la novela homónima de Leon Tolstoi. En 1805, Napoleón prepara la invasión de Rusia. Pierre Bezukhov (Henry Fonda), hijo natural de un noble, es un intelectual pacifista y ocioso. Cuando estalla la guerra, se mantiene al margen de la contienda y frecuenta la casa de sus amigos los Rostov, una acogedora familia aristocrática, en la que brilla por su encanto y generosidad Natasha (Audrey Hepburn). (FILMAFFINITY)
5 de enero de 2007
59 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
King Vidor no se despidió bien del cine, y él lo sabía, ni esta “Guerra y paz” y ya no digamos “Salomón y la reina de Saba” hacen justicia a un director que es uno de los más grandes de las décadas de los 20, 30, 40 y parte de los 50. Aunque no fue muy prolífico nos dejó un ramillete de películas maravillosas entre ellas “La ciudadela” o westerns tan apreciables como “Duelo al sol” o “La pradera sin ley”. Sin embargo cuando dispuso de más dinero y en definitiva de más medios es cuando peor lo hizo.
Y es que no todo el mundo sabe manejarse igual de bien en películas multimillonarias y todo hay que decirlo King Vidor nunca fue un director de grandes presupuestos e historias kilométricas y por eso en ningún momento se llega a encontrar cómodo en esta gigantesca “Guerra y paz”.
Vidor es ante todo un gran director de dramas románticos y nos guste o no “Guerra y paz” no es eso, al menos no sólo eso, ni siquiera principalmente es eso.
“Guerra y paz” no es una historia romántica como se pretende en esta cinta norteamericana sino un drama histórico donde la intrahistoria está subordinada al devenir histórico.
La película tiene dos partes claramente diferenciadas, y en ninguna de las dos se termina por encontrar el punto a lo que escribió Tolstoi. Mientras la primera parte parece una versión de “Lo que el viento se llevó” pero ambientado en Rusia, la segunda por su parte se acerca de modo peligroso a una película bíblica-religiosa tan de moda en aquella época. Los franceses son los ateos malvados y los rusos los cristianos en apuros, por eso Dios les ayudará una vez más. Todo muy infantil.
Audrey Hepburn estaba en el mejor momento de su carrera, venía de rodar varios éxitos y era una verdadera estrella del momento, pero este papel de Natasha exigía otros registros que la Hepburn no nos muestra, y al final se acaba plagiando a sí misma. No puede ser una película como esta una excusa para salir y poner sus caras y sus movimientos de siempre de soy la señorita dulce y guapa enamoradiza, asustada pero con gran corazón y determinación.
No voy a ser yo quien niegue que Audrey Hepburn fue una buena actriz pero también es cierto que en demasiadas ocasiones pecaba de narcisismo y repetía una y otra vez el mismo papel. Aquí no existe Natasha sino Audrey. Y eso no es lo que demandaba una de las mayores novelas de la literatura universal.
En realidad el gran problema es que esta película exigía un reparto más coral y no convertirse en un club de amigos donde la estrella fuera la actriz principalmente.
Mel Ferrer enchufado hasta las cejas por la propia Audrey con el que se había casado dos años antes, realiza un papel que le queda muy grande. Ferrer fue toda su vida un decente secundario, nada más. Menos mal que el cine le hizo justicia.
Y es que no todo el mundo sabe manejarse igual de bien en películas multimillonarias y todo hay que decirlo King Vidor nunca fue un director de grandes presupuestos e historias kilométricas y por eso en ningún momento se llega a encontrar cómodo en esta gigantesca “Guerra y paz”.
Vidor es ante todo un gran director de dramas románticos y nos guste o no “Guerra y paz” no es eso, al menos no sólo eso, ni siquiera principalmente es eso.
“Guerra y paz” no es una historia romántica como se pretende en esta cinta norteamericana sino un drama histórico donde la intrahistoria está subordinada al devenir histórico.
La película tiene dos partes claramente diferenciadas, y en ninguna de las dos se termina por encontrar el punto a lo que escribió Tolstoi. Mientras la primera parte parece una versión de “Lo que el viento se llevó” pero ambientado en Rusia, la segunda por su parte se acerca de modo peligroso a una película bíblica-religiosa tan de moda en aquella época. Los franceses son los ateos malvados y los rusos los cristianos en apuros, por eso Dios les ayudará una vez más. Todo muy infantil.
Audrey Hepburn estaba en el mejor momento de su carrera, venía de rodar varios éxitos y era una verdadera estrella del momento, pero este papel de Natasha exigía otros registros que la Hepburn no nos muestra, y al final se acaba plagiando a sí misma. No puede ser una película como esta una excusa para salir y poner sus caras y sus movimientos de siempre de soy la señorita dulce y guapa enamoradiza, asustada pero con gran corazón y determinación.
No voy a ser yo quien niegue que Audrey Hepburn fue una buena actriz pero también es cierto que en demasiadas ocasiones pecaba de narcisismo y repetía una y otra vez el mismo papel. Aquí no existe Natasha sino Audrey. Y eso no es lo que demandaba una de las mayores novelas de la literatura universal.
En realidad el gran problema es que esta película exigía un reparto más coral y no convertirse en un club de amigos donde la estrella fuera la actriz principalmente.
Mel Ferrer enchufado hasta las cejas por la propia Audrey con el que se había casado dos años antes, realiza un papel que le queda muy grande. Ferrer fue toda su vida un decente secundario, nada más. Menos mal que el cine le hizo justicia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Otra cosa que no tiene buena pinta en la caricaturización de Napoleón como un enano loco. Ni en el libro aparece así y mucho menos la historia le trata de maniático perdido. Más que un genio militar parece un dominguero cabreado.
Apenas tenemos nada de las reflexiones de Tolstoi sobre la historia, la religión, la filosofía, la guerra más que un par de brochazos que no aportan más que frases hechas.
Y lo malo que es el montaje es sorprendente, está ensamblada la película de forma paupérrima, siendo uno de los grandes misterios por resolver.
Aún así resulta su visionado indispensable para comprender como se podía montar una realidad virtual y paralela en el mundo del cine. Rodada en los fabulosos decorados de Cinecittà la película tiene tantos detalles técnicos y artísticos que sería imposible enumerarlos.
Estamos ante una de esas cintas donde cada plano es hermoso y que se acerca más al arte pictórico que al cinematográfico.
No cabe duda que la versión del soviético Sergei Bondarchuk es la más recomendable para poder acercarse al inmortal libro de manera más correcta, aún así esta “Guerra y paz”
Por cierto, yo prefiero mil veces antes a Anita Ekberg que a Audrey Hepburn; se entiende que no como actriz ¿eh?
Nota: 6,7.
Apenas tenemos nada de las reflexiones de Tolstoi sobre la historia, la religión, la filosofía, la guerra más que un par de brochazos que no aportan más que frases hechas.
Y lo malo que es el montaje es sorprendente, está ensamblada la película de forma paupérrima, siendo uno de los grandes misterios por resolver.
Aún así resulta su visionado indispensable para comprender como se podía montar una realidad virtual y paralela en el mundo del cine. Rodada en los fabulosos decorados de Cinecittà la película tiene tantos detalles técnicos y artísticos que sería imposible enumerarlos.
Estamos ante una de esas cintas donde cada plano es hermoso y que se acerca más al arte pictórico que al cinematográfico.
No cabe duda que la versión del soviético Sergei Bondarchuk es la más recomendable para poder acercarse al inmortal libro de manera más correcta, aún así esta “Guerra y paz”
Por cierto, yo prefiero mil veces antes a Anita Ekberg que a Audrey Hepburn; se entiende que no como actriz ¿eh?
Nota: 6,7.