Una película que ofrece un título como este (A Strange Course of Events) tiene la obligación de ser original, punzante, fuerte, aleccionadora. El título habla mucho de lo que se puede esperar. La relación entre el título y la historia suele ser desigual y, en buena medida, son mejores las historias que tienen un título poco impactante pero narran con fuerza lo que se proponen contar. En el caso del filme aquí reseñado ocurre todo lo contrario: el título es bueno y la historia es muy pobre. Es como un cuento a medio hacer en el que lo que se ofrecía como "extraño curso de los eventos" es más bien una narración con personajes poco llamativos a los que les pasa un drama simple que ni siquiera logra sostener las pretensiones de alinearse bien con su título.
La historia de este hombre que se encuentra con su padre no genera mucha impresión, aunque sí mucha expectativa.