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Voto de SEXY CRITICO:
7
Thriller. Drama Basada en la obra de Brian Burrough "Public Enemies: America's Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933-43". Narra la historia de Melvin Purvis (Christian Bale), el agente del FBI que en los años treinta dirigió la búsqueda del legendario atracador de bancos John Dillinger (Johnny Depp) y su banda. (FILMAFFINITY)
9 de julio de 2009
63 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
La fascinación de Hoollywood por los gangsters a lo largo de su historia ha regalado enormes títulos, ya que entre sus ingredientes se encuentran grandes antihéroes (fácilmente carismáticos por representar la esencia de la libertad y estar en el otro lado de la ley), tensión, mujeres de bandera, trajes caros, tiroteos, muerte, y en muchos casos, códigos de honor. Michal Mann no es ajeno a esto, y siguiendo una premisa básica como es, si funciona no lo rompas, ha visitado los violentos y grandiosos años 30 y sus maravillosas metralletas de tambor, con ese sonido tan atronador que debe de alimentar las fantasías más metálicas del gran Michael Mann (se le erizan a un servidor los pelos cuando recuerda el TIROTEO de Heat).

En sus primeros quince minutos la película nos muestra una fuga, un atraco, y a sus dos rivales. ¿Os suena? Pero esto no es Heat, ya que el duelo interpretativo que más de un seguidor podría de esperar entre el encantador atracador encarnado por Johnny Depp, y el frío y atormentado agente, Christian Bale, no llega o sabe a poco...Porque esto es otra cosa. Heat es irrepetible, y Mann lo sabe, pero tiene la suficiente inteligencia de autohomenajearse sin caer en la copia. Además, esta es la película de Johnny Depp, y Christian Bale es "el secundario más importante" (en esta película, hay sin bromear más de diez caras muy conocidas, muy en la línea de Mann).

Los tiempos cambian, pero no tienen porque ser incompatibles, y eso es lo que ha hecho Mann. Ahora se filma en cámara digital (un lastre por momentos, y al mismo tiempo un acierto como la ensalada de tiros en el bosque), pero sigues viendo, recordando y oliendo a clásicos como Bonnie and Clyde o Al final de la escapada. Pero en ningún momento olvidas que estás viendo una película de un director con estilo propio. Es conjugar con armonía el pasado y el futuro.

Johnny Depp es sumamente cool, Christian Bale puede no caerte bien, pero merece atención esa mirada que habla más que el propio personaje, y Marion Cotillard nació para el papel. La película puede que no pase a los anales de la historia, pero la cinta transpira profesionalidad y buen hacer en cada minuto de metraje, haciendo cine de entretenimiento en su mayor esplendor, aquel que ni aburre ni insulta al espectador.

¿Puede que cualquier tiempo pasado fuera mejor? Quizás, pero se puede mirar atrás guardando la integridad y con la cabeza bien alta.

Bye bye, blackbird…
SEXY CRITICO
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