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Estados Unidos Estados Unidos · Jefferson, Yoknapatawpha County
Voto de Pabloski:
1
Comedia Cuarta entrega de las aventuras del casposo policía José Luis Torrente. En esta ocasión encontramos a nuestro (anti)héroe en una situación delicada. Tras varios intentos fallidos de llevar una vida digna (como si eso fuese posible), decide aceptar un peligroso encargo que le hace un viejo conocido. (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2011
25 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primero de todo debería reconocerme como fan de la primera y segunda parte de la saga Torrente: la primera me sorprendió por original y divertida; la segunda en cambio es un descojone continuo. La tercera ya no la ví. Y ahora tocaba el turno a la cuarta película; las previsiones no podían ser peores para una obra que, me daba la impresión, iba a suponer la decadencia de una saga que, en mi opinión, debía constar tan sólo de dos partes. Y para empeorar más las cosas, las previsiones no sólo se cumplieron sino que además no han conseguido ni cumplir la mínima esperanza que albergaba yo de reirme con la película.

Y realmente me quedo con una penosa impresión de la película: Torrente 4 adolece de los peores defectos de sus anteriores películas pero elevados a la categoría de eje motor de la cinta, que al fin y al cabo, no es más que un cúmulo de zafiedades sin sentido, excesivamente asquerosas; tan explicitas que no dejan lugar a la imaginación como ocurría en las primeras dos partes de la película. El humor guarro está bien como soporte en el que apoyarse pero no como único pilar de una película. Además, otro aspecto por el que le pongo este 1 a Torrente 4 son los cameos: han pasado de aparecer gente graciosa como Cañita Brava, Barragán o Tony Leblanc a la aparición de toda esa fauna que no tiene suficiente con llenar de mierda las televisiones españolas cada tarde, como por ejemplo Belén Esteban, Kiko Rivera (realmente descriptiva esa frase de la película en que dice: Si tuviera dinero me lo gastaba todo en putas), María Lapiedra, Carmen Martínez-Bordiu o Kiko Matamoros. Por último, creo que es importante resaltar que los diálogos son penosos, alejados de aquel Torrente capaz de crear una escena tan brutal como esta: http://www.youtube.com/watch?v=DwwXvrozvG8. Y es que todos los elementos que vemos en el vídeo desaparecen en esta cuarta y olvidable entrega: la (más o menos) verosimilitud de las anteriores deja paso aquí a una sucessión de hechos inverosímiles, los diálogos no se asemejan en nada a sus antecesoras ni conserva un ápice del humor negro que podemos ver en esta escena.

En definitiva, todos estos aspectos ademas del uso de "personajillos" como Kiko Rivera en lugar de grandes actores como Gabino Diego o Javier Cámara hacen de esta obra una profunda decepción para mi y me convencen de que Santiago Segura se ha vendido al público que cada tarde consume su dosis de Sálvame, y ha quedado como Rufete en Lorca. Si alguien lee esta crítica antes de ver esta película, le recomiendo que lea un libro o escuche al siempre genial Bruce Springsteen, me lo agradecerán.
Pabloski
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