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España España · Badajoz
Voto de Weis:
6
Romance. Comedia Grandes amigos desde niños, el rabino Jacob Schram (Ben Stiller) y el sacerdote Brian Finn (Edward Norton) llevan un vida tranquila y feliz trabajando ambos con sus respectivas parroquias en la zona Oeste de Nueva York. Pero cuando Anna Reilly (Jenna Elfman), una vieja amiga de la infancia, regresa a la ciudad convertida en una atractiva ejecutiva, los dos verán cómo sus vidas se alteran comenzando los tres un triángulo inusual y ... [+]
12 de enero de 2009
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Norton debuta en la dirección, y lo hace a golpe de comedia típica tópica. Sin excesivas pretensiones, crea una fábula amorosa en la que tres son multitud y los desacuerdos una rutina más.
Podría decir que me defraudó, dadas las expectativas tan jocosas que generaba un actor en alza que venía de sorprendernos a todos con "American History X" y "El club de la lucha". Aunque su visionado me dejó algo indiferente, aprecié mas tarde el buen intento de Norton de adentrarse en la comedia, renovando su estilo, y del que tampoco sale tan mal parado (si después de interpretar a un neonazi y un informático con insomnio, se coloca el hábito y nos hace creer que es cura, nadie puede dudar de su versatilidad). Creo que lo que hace grande a Edward Norton (y ser ya considerado el mejor actor de su generación) es su deslumbrante compromiso con cada interpretación que realiza.
Él mismo pidió a un amigo suyo que escribiera el guión, y dadas las intenciones de Norton por debutar en la comedia, le presentaron un libreto sencillo y asequible, para una película llevadera y fácil de ver.
Son inevitables las risas durante la primera hora de película, hasta que comienza el conflicto sentimental en su segunda parte, mas convencional. Aun así, el trío protagonista se muestra convincente, y denotando química entre ellos. Jenna Elfman actúa siguiendo los pasos marcados por Cameron Diaz (es tan enamorable como irritante y pasada de rosca).
Poco mas destacar de ella, salvo los breves momentos del genial Milos Forman y la conversación que comparte con su hijo (Norton), que desprenden un aroma sabio y cautivador.
A fin de cuentas, parecía una cuestión de compromiso la elección de Norton en la dirección: tres años antes debutó Johnny Depp con "The brave" (extraña, oscura, y en cierto modo, pretenciosa); John Turturro estrenaba su 2º largometraje, Iluminata; Nicolas Cage preparaba su proyecto para estrenar en 2002, Sonny. Un método más de hacer taquilla (aunque en este caso, escasa) y de amarrar bien fuerte su nombre dentro del panorama de éxito que le esperaba, y que seguro merecía.
Weis
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