Es triste pensar en artistas únicos, que por culpa de multitud de factores - las malas compañías, el ego, las drogas, la gestión de la fama, los problemas personales - desaparecen demasiado jóvenes. Pensar cuanto hemos perdido con la falta de estos genios y de su talento, cuantos logros musicales podríamos estar disfrutando si hubiesen tenido algo más de suerte. Porque la suerte influye en la vida, en lo bueno y en lo malo. Y Jaco, al final, tuvo realmente una pésima suerte.

El documental, canónico en su concepción, nos acompaña por la vida de este genial bajista - el mejor del mundo- desde su infancia, conociendo sus influencias, su vida, su carácter, su inalcanzable talento, sus logros, sus grandes actuaciones, pero también su triste y rápida caída y todo lo que conllevó aquello. Entrevistas a familiares, conocidos, compañeros de profesión y admiradores bajistas -Flea, entre ellos - imágenes de la familia, de televisión, de promoción, salpicado con actuaciones en estudio, ensayos o grandes eventos. Y todo ello con el máximo respeto y admiración. De hecho el documental es un rendido homenaje de sus colegas de bajo, producido por Robert Trujillo, el bajista de Metallica, para que no nos olvidemos a Jaco, ese genial y peculiar artista cuyo gran talento le consumió demasiado rápido.