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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
4
Comedia. Acción Un multimillonario sin escrúpulos (Alan Alda) ha estafado a sus empleados dejándolos sin blanca. Éstos, encabezados por el gerente del edificio (Ben Stiller) en el que vive, deciden vengarse atracando su vivienda, un apartamento de lujo situado en el ático de uno de los rascacielos de la ciudad. (FILMAFFINITY)
11 de diciembre de 2011
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien me dice que una comedia con Ben Stiller y Eddie Murphy con apoyos como Matthew Broderick, Casey Affleck o Alan Alda no está ‘triunfando’ en el boxoffice americano y sus resultados internacionales van a ser de unas discretas, pero para nada multimillonarias, ganancias a priori no le creería… pero está siendo el caso de “Un golpe de altura”. No sé si será responsabilidad de Brett Ratner, autor al completo de la trilogía de “Hora punta”, o lo es del guión de autores que han hecho los de “Ocean's Eleven. Hagan juego” o “Atrápame si puedes” pero cuando hay crisis siempre se le echa la culpa a alguien.

Yo creo que el problema principal es la seriedad de la comedia en su arranque. Tal vez sea demasiado seca y sórdida en su planteamiento y quiera tomarse en serio a sus personajes y la crítica situación que plantea para justificar los actos criminales de sus protagonistas. La reciente “Los otros dos” dejaba el lado grave del asunto para sus títulos de crédito finales y tal vez “Un golpe de altura” debería haber tomado ejemplo de la interesante comedia loca que proponía Adam McKay. Y es que sacrificar una reina en una partida de ajedrez lo puede hacer cualquiera pero ganar una partida con ello… pocos. Tal vez esa reina debería haber sido la propia credibilidad de la historia y sus enlaces con nuestro presente. ¿O es que la gente no iba al cine a ver geniales comedias después de la Gran Depresión precisamente para olvidar sus problemas reales?

Me gusta, eso sí, lo que deja arañar su historia: está claro que la economía y el mercado laboral no lo van a salvar ni Robin Hood ni Snoopy… sino echarle cojones y sacrificio al asunto y, por supuesto, no aceptar propinas ni migajas de aquellos que han provocado todos los males. Los tiburones nacen, efectivamente, nadando. Así que, muerdan, muerdan… cuando vean un anuncio de Compro Oro.
Maldito Bastardo
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