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Voto de KesheR:
9
2004
David Milch (Creador), Ed Bianchi ...
7,8
11.040
Serie de TV. Western. Drama
Serie de TV (2004-2006). 3 temporadas. 36 episodios. Ambientada en los Estados Unidos, en la época de la fiebre del oro (1876). Poco después de la última acción del general Custer, en Black Hills surge una ciudad fronteriza, que es testigo de la implacable lucha de los pioneros por el poder. Entre los colonos había gente muy heterogénea: un hombre de leyes retirado, el intrigante propietario de un salón, el legendario Wild Bill Hickok o ... [+]
15 de septiembre de 2006
135 de 158 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta serie es la leche. O sea, te lo digo ya de entrada. ¿Por qué le pongo un 9 y no un 10? Por los cuatro primeros capítulos, bastante confusos y que pueden hacer perder el interés a más de un posible fan. A partir de un suceso clave en el cuarto capítulo aquello se vuelve una maravilla.
La serie trata sobre Deadwood, un poblado situado más allá de la frontera de EEUU (en territorio indio) al principio de la serie. No hay ley, no hay gobierno, no hay autoridades, y cada uno debe salvaguardar sus propios intereses. Por la serie desfilan algunos personajes históricos como Seth Bullock, Wild Bill Hickock o Calamity Jane. Si buscáis en Internet sobre ellos encontraréis información, pero NO LO HAGÁIS porque os destriparía cosas del argumento. En todo caso os aconsejaría que después de ver el quinto capítulo leyeseis una biografía sobre Wild Bill Hickock.
Los actores son de traca. Los que deben interpretar a tipos duros no se limitan a forzar la voz y poner poses, también saben dotar a sus personajes de sentimientos y dudas. La producción es ACOJONANTE. Estos cabrones de la HBO reconstruyen un poblado del lejano oeste con pelos y señales. Hay incluso secuencias sólo dedicadas a exhibir sus decorados, y están en su derecho, porque vaya tela. La dirección es genial siempre. Todo el tiempo se mantiene una dinámica constante, un tira y afloja entre los que pueblan Deadwood que resulta absorbente.
Y lo mejor de todo: no hay ni un solo tópico. No hay cowboys, no hay indios, no hay séptimo de caballería. De hecho la serie parece adaptarse mejor al género de mafiosos que al del western. La mayor parte de la trama son disputas entre los del campamento, centrándose la acción alrededor de los dos burdeles: The Gem y Bella Union.
En conclusión: recomendadísima para cualquiera, incluso para los que no gusten del western. Que, por cierto, con esta serie perderán sus prejuicios absurdos por el género.
La serie trata sobre Deadwood, un poblado situado más allá de la frontera de EEUU (en territorio indio) al principio de la serie. No hay ley, no hay gobierno, no hay autoridades, y cada uno debe salvaguardar sus propios intereses. Por la serie desfilan algunos personajes históricos como Seth Bullock, Wild Bill Hickock o Calamity Jane. Si buscáis en Internet sobre ellos encontraréis información, pero NO LO HAGÁIS porque os destriparía cosas del argumento. En todo caso os aconsejaría que después de ver el quinto capítulo leyeseis una biografía sobre Wild Bill Hickock.
Los actores son de traca. Los que deben interpretar a tipos duros no se limitan a forzar la voz y poner poses, también saben dotar a sus personajes de sentimientos y dudas. La producción es ACOJONANTE. Estos cabrones de la HBO reconstruyen un poblado del lejano oeste con pelos y señales. Hay incluso secuencias sólo dedicadas a exhibir sus decorados, y están en su derecho, porque vaya tela. La dirección es genial siempre. Todo el tiempo se mantiene una dinámica constante, un tira y afloja entre los que pueblan Deadwood que resulta absorbente.
Y lo mejor de todo: no hay ni un solo tópico. No hay cowboys, no hay indios, no hay séptimo de caballería. De hecho la serie parece adaptarse mejor al género de mafiosos que al del western. La mayor parte de la trama son disputas entre los del campamento, centrándose la acción alrededor de los dos burdeles: The Gem y Bella Union.
En conclusión: recomendadísima para cualquiera, incluso para los que no gusten del western. Que, por cierto, con esta serie perderán sus prejuicios absurdos por el género.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ojalá ojalá ojalá no hubieran matado a Wild Bill Hichcock, ese pedazo de personaje. Pero tenían que atenerse a la realidad. Y como golpe de efecto está muy bien.
ACTUALIZACIÓN: SEGUNDA TEMPORADA
Otra vez me encuentro con que los primeros capítulos de la segunda temporada son muy confusos. El problema son los diálogos, excesivamente retóricos y difíciles de seguir. Incluso cuando hablan de los asuntos más triviales es duro entenderlos. Me veo obligado a bajar la puntuación a 8.
ACTUALIZACIÓN: TERCERA TEMPORADA
Y de nuevo subo la puntuación a 9. En esta temporada los personajes fijos se muestran exhuberantes (esa Jane antirracista o ese EB Farnum que no puede ser más alimaña), y los nuevos son todo un hallazgo (como una compañía de actores que llega al campamento). La aparición del supervillano George Hearst crea un triángulo con Tolliver y Al que, sin terminar de verla entera, huele a pólvora (y con Bullock en el centro). Los diálogos siguen siendo tan retóricos como siempre, pero empiezo a cogerles el tranquillo; ahora hasta me suenan bien. Le da a la serie un sello de identidad.
ACTUALIZACIÓN: SEGUNDA TEMPORADA
Otra vez me encuentro con que los primeros capítulos de la segunda temporada son muy confusos. El problema son los diálogos, excesivamente retóricos y difíciles de seguir. Incluso cuando hablan de los asuntos más triviales es duro entenderlos. Me veo obligado a bajar la puntuación a 8.
ACTUALIZACIÓN: TERCERA TEMPORADA
Y de nuevo subo la puntuación a 9. En esta temporada los personajes fijos se muestran exhuberantes (esa Jane antirracista o ese EB Farnum que no puede ser más alimaña), y los nuevos son todo un hallazgo (como una compañía de actores que llega al campamento). La aparición del supervillano George Hearst crea un triángulo con Tolliver y Al que, sin terminar de verla entera, huele a pólvora (y con Bullock en el centro). Los diálogos siguen siendo tan retóricos como siempre, pero empiezo a cogerles el tranquillo; ahora hasta me suenan bien. Le da a la serie un sello de identidad.