La protagonista de este historia es una ovejita lucera, la más lista de la granja, que siempre está dándole al tarro para solucionar todos los problemillas de sus congéneres, sobre todo generados por los cerdos, malos y envidiosos, por el perro pastor o, en ocasiones, por el mismísimo granjero, un señor solitario con la cara de Luis Aragonés (bueno, a mí se me parece)
Al ser una producción de la Aardman, con Nick Park a la cabeza, se trata de una animación de figuras de plastilina con resultado ágil y una muy buena expresividad de los personajes.
Artesanía y guiones divertidos para cortos episodios mudos de unos diez minutos de duración.
Si no la conocéis, os la recomiendo. Muy divertida.