Así es, Cris Morena ataca de nuevo con su actualizado ejército de adolescentes caucásicos (¡Que al parecer, nunca envejecen!), para demostrarnos una vez más lo poderosa que es la "fuerza del amor", con una serie que no deja de sorprendernos con la baja calidad de sus actuaciones, y por sobretodo, la falta de realismo (la forma en que retratan a la clase media baja es "impecable", parece un calco de lo que se vive día a día). La poco original banda sonora nos lleva a un mundo de ensueño, así es, un mundo onírico, del cual nos gustaría despertar inmediatamente.
Me parece bien que quieran cambiar la mentalidad de la gente hacia un estado más pleno y espiritual (a mi parecer toma elementos de la new age como el fenómeno índigo), pero con esta serie lo único que lograrán es lo opuesto.
¿Saben qué es lo peor de todo esto? Que a mis hermanos les ha gustado. De no ser así, no me encontraría escribiendo esta crítica, no me sentiría tan fatal por tener que comerme una hora de esta pésima serie mientras cenamos...
Mi consejo: no la veas, y si la vas a ver, asegúrate de no estar solo, pues es aterradora. No te dejes llevar por la publicidad ni por la atractiva escenografía y dirección de fotografía (hay una escena en particular muy atractiva). Me tomé un tiempo para escribir esta crítica y encontrarle el lado positivo, creo que hasta ahí es suficiente.