Un hombre que quiere talar una zona de bosques se encuentra con que está ocupada por personas que viven allí. Lo que no sabe es que para luchar estos últimos contarán con la inesperada ayuda de un invitado misterioso. Es una película que dentro del thriller como género en mi opinión tiene «natural horror», un subgénero en el que la naturaleza es la que, de una manera u otra, causa el terror y «low fantasy» en el sentido de que dentro de que describe una situación real tiene toques de fantasía muy pequeños pero los tiene, por ejemplo, saltos en el tiempo —que aquí no ocurren—.

Al principio es un poco confusa porque también se vale de las secuencias retrospectivas llamadas «flashbacks» por lo que cuando empiezas a verla no tienes muy claro qué estás viendo. Una vez que llevas ya un rato viéndola te queda más claro lo que está pasando y es cuando empieza a gustarte más y más. Yo esperaba, por la portada y sin haber leído la sinopsis, una película post-apocalíptica, pero nada que ver es todo lo citado anteriormente.

Total, a mí la verdad es que me resultó interesante, está bien rodada, la idea está bien y además sale Andrew Howard —«The devil's chair» o «Luster»— aunque no actúa demasiado y es una pena porque la tenía apuntada por él.

(Ni una película sin crítica... ni una familia sin cuchara).