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México México · México Distrito Federal
Voto de Coleccionista Visual:
10
Drama. Thriller. Comedia Durante las fiestas del Bicentenario de la Independencia, Benjamín García es expulsado de los Estados Unidos y regresa a su pueblo, donde encuentra un panorama desolador provocado por la violencia y la crisis económica. Para salvar a su familia de la miseria, se involucra en el tráfico de drogas. Sátira de cáustico humor negro sobre el mundo de la droga, la crisis económica, la corrupción y la violencia. (FILMAFFINITY)
4 de septiembre de 2010
82 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viernes 3 de septiembre, 5:15 pm, Cinépolis Bucareli. Se vislumbra por tercera ocasión la crítica emitida por Estrada, como síntoma de descontento de un pueblo abatido por el miedo, la corrupción y desigualdad social que lo envuelven. Esa sátira mordaz, ácida y puntual son ya una característica esencial de sus películas, en la que retrata la putrefacta interacción de la sociedad con sus instituciones y como éstas se encargan de emitir discursos vanos y tratar de cubrir su ineptitud por solucionar las diferentes problemáticas.

A lo largo de la trilogía nos topamos con la corrupción a nivel gobierno, sus alegatos empleados para lograr saqueo, y el pisoteo y manipulación de la carta magna para beneficio propio. Sin olvidar la mentira de un México perfecto, donde la pobreza y la desigualdad es algo casi erradicado, mensaje que los medios de comunicación y como cuarto poder se encargan de difundir sexenios completos. Hoy, Luis Estrada se va hacia el otro extremo, sin desligarse de su crítica hacia el sistema, hace una exposición chusca de los vergonzosos vínculos entre la mafia y la policía o peor aun, con representantes de gobierno; el juego de los habitantes, que con mucha desfachatez o hipocresía asumen su rol de víctimas de la lucha entre ambos grupos y que sin embargo podrían verse integrados comodamente ante las fabulosas ganancias del negocio, sin omitir el riesgo que se contrae; por último los móviles e intereses de estos individuos al interior de sus organizaciones, la expansión de su dominio, sus reglas y absurdos métodos para resolver diferencias.

A la altura de su “Ley de Herodes” Estrada se coloca como director con un dominio del tema, en el que la sátira política se vuelve el aderezo; historias lineales en las que su intensidad va aumentando. Estrada se ahorra recursos por la seguridad que tiene en sus guiones, la efectividad se percibe, no hay titubeo y la gente a cuadro lo proyecta, lo expresa a un público atento a los hechos y detalles con que está filmada esta nueva obra del Sr. Luis Estrada.

A diferencia de “El atentado”, está película es contundente, la caracterización, ambientación, efectos especiales y todo aquello que la enriquece no le roban al guión ese algo que la puede volver encantadora. Los actores son realmente afortunados de pertenecer al elenco de una película trascendental, María Rojo, Mauricio Isaac, Ernesto Gómez Cruz, Joaquín Cosío por supuesto Alcazar, son parte de la columna del proyecto, demuestran que se apegan a los requerimientos de una comedia ácida.

"El infierno" es el obsequio de bicentenario más incomodo para muchos políticos (y alguno que otro compatriota segado por lo que nuestro “apreciable” presidente dice en sus spots publicitarios), sin embargo es un trabajo lleno honestidad palpable que no se puede ocultar o negar; perturbante, veraz y cercano, eso es el narcotráfico en México.

El infierno es aquí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Coleccionista Visual
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