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España España · Mexico
Voto de Alfie:
9
Serie de TV. Thriller. Drama Miniserie de TV (6 episodios). En Sicilia, en la provincia de Palermo, se encuentra Corleone, un pueblo de unos 15.000 habitantes en el que surgieron capos mafiosos tan conocidos como Michele Navarra, Luciano Liggio, Leoluca Bagarella o Bernardo Provenzano. En la segunda mitad del siglo XX, el capo de los capos fue Salvatore Riina (Totò Riina) apodado "La Bestia" por su extremada violencia, y "El Corto" debido a su baja estatura. "El ... [+]
10 de mayo de 2010
38 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Totó. No, no es el niño de “Cinema Paradiso” ni el inmortal actor italiano. Es, seguramente, el último de los grandes hijos de puta. Menudo tipo. Los que tenemos ya unos añitos, aunque pocos aún, podemos recordar perfectamente como a principios de los noventa se cargaban espectacularmente al súper juez italiano Falcone que, decían, era el primero que ponía todos los cojones encima de la mesa contra eso que llamaban mafia. Digo eso que llamaban porque hasta que el arrepentido Tomazzo Buscheta no le contó a Falcone todos los detalles de aquella “Cosa Suya” no se sabía muy bien cómo, dónde ni quién. Al menos desde fuera, porque en Sicilia siempre lo supieron.

Seis capítulos. Seis películas de más de hora y media. ¿Exagerado? No, necesario. Porque, créanme, contar la vida de este elemento en menos tiempo se haría imposible. Nada más dedicar un ínfimo porcentaje a los asesinatos que cometió y mandó ejecutar alcanzaría el metraje de “Lo Que el Viento se Llevó”. Y ahora podemos entrar en disquisiciones de las razones socio-políticas de la aparición de la mafia siciliana en el siglo XIX, de sus relaciones con los gobiernos italianos, con el tráfico de drogas internacional o con el desembarco de los americanos en la isla italiana. Pero me parece que eso no es lo importante. “Il Capo dei Capi” huye de análisis profundos y se centra única y exclusivamente en todo lo que significó la figura de este cabronazo y sus colegas corleoneses que, haciendo un guiño a la ficción cinematográfica, convirtieron su pueblo, el pueblo de Don Vito, en un lugar de leyenda.

Apoyada en la única figura ficticia de la serie, Biagio Schiró, la historia avanza contándonos el ascenso y encumbramiento de Riina, ese vejete que vemos en los vídeos declarando ante un Tribunal y que parece poca cosa: “Yo soy un trabajador honrado, un pobre campesino de Corleone, yo no sé nada”, dice con semblante tranquilo y aparentemente inocente. Qué huevos los del corleonés y sus adláteres. Yo tengo que darme un viaje a Sicilia y llegar hasta allí. La cuna, el mito, la fábula de la delincuencia criminal más acojonadora que haya existido. Lo demás son burdas imitaciones, más o menos crueles, pero nadie, repito, nadie hasta hoy ha he llegado a controlar o a plantearle una guerra a todo un Estado moderno como hicieron ellos.

La serie no tiene desperdicio. No posee la espectacularidad de las de la HBO pero presume de un aire a realidad que no se lo puede quitar de encima. Uno la ve y piensa que lo que ocurrió por aquellos lares durante todo el siglo pasado tuvo que ser algo muy parecido a lo enseñado. Y ese es su tremendo éxito. Cuando termine de verla no le pasará como con Al Pacino, con quien uno termina simpatizando. Aquí, pensará en el personaje, le entrará un repelús y dará gracias por no haber nacido un poquito más al este y unos años antes. Serie para no perdérsela y totalmente recomendable sobre un personaje para el que todo calificativo se queda corto: Il capo di tutti capi.
Alfie
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