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Voto de Merrick:
8
7,8
5.402
Drama
Barrio madrileño de Maravillas. Eloísa es una abnegada esposa y madre eficiente, que vive con su marido, un guardia municipal más autoritario en casa que en la calle y al que a veces se le va la mano. Su hijo es un beato que salió del seminario poco antes de convertirse en sacerdote, y que se pasa la vida estudiando y rezando para expiar los pecados de su familia. Las hijas, dos hermanas, obsesionadas cada una a su manera por la ... [+]
26 de abril de 2009
97 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
La única forma de ver esta película es a través de un canal de clásicos en general o uno de películas españolas (que es donde yo lo he visto) y no puedo decir menos que supone un shock refrescante el verla.
Si bien está rodada en 1963, el paisaje social que retrata parece más bien el del Madrid de los primeros 50, con sus estrecheces y miserias de posguerra. Unas soberbias actuaciones van pergeñando una trama (Juan Antonio Zunzunegui) costumbrista más al estilo de Pío Baroja que al de Galdos.
La dirección de Fernán Gómez es firme y vigorosa, sin contemplaciones, generando una atmósfera gris y registrando en toda su crudeza la miseria de este país. Hay escenas realmente inesperadas e interesantes, como cuando la segunda hija vuelve a casa después de sus correrías de “pilingui”, y a medida que sube las escaleras, a cada escalón que sube, Fernán Gómez intercala imágenes de los recuerdos de su niñez, generando esa conocida sensación de vuelta a la infancia que siempre tiene la casa materna.
La miseria (en este caso, falta de dinero) supone una falta de combustible permanente en las vidas de estos personajes que los abocan hacia un final trágico.
Vista hoy, sigue manteniendo toda su potencia y, cuando la comparamos con el cine español actual, dan ganas de llorar por lo que hemos perdido.
No quiero dejar de pensar el coñazo que le daría a Fernán Gómez la censura (Aparecen en la película adulterios, robos, violencia doméstica, amancebamiento, meapilas beatos, etc.), y aún con eso, ha quedado un documento fundamental para acercarse a la miseria de la posguerra en este país.
No me corto un pelo, esto es una obra maestra de su autor, Fernando Fernán Gómez.
Si bien está rodada en 1963, el paisaje social que retrata parece más bien el del Madrid de los primeros 50, con sus estrecheces y miserias de posguerra. Unas soberbias actuaciones van pergeñando una trama (Juan Antonio Zunzunegui) costumbrista más al estilo de Pío Baroja que al de Galdos.
La dirección de Fernán Gómez es firme y vigorosa, sin contemplaciones, generando una atmósfera gris y registrando en toda su crudeza la miseria de este país. Hay escenas realmente inesperadas e interesantes, como cuando la segunda hija vuelve a casa después de sus correrías de “pilingui”, y a medida que sube las escaleras, a cada escalón que sube, Fernán Gómez intercala imágenes de los recuerdos de su niñez, generando esa conocida sensación de vuelta a la infancia que siempre tiene la casa materna.
La miseria (en este caso, falta de dinero) supone una falta de combustible permanente en las vidas de estos personajes que los abocan hacia un final trágico.
Vista hoy, sigue manteniendo toda su potencia y, cuando la comparamos con el cine español actual, dan ganas de llorar por lo que hemos perdido.
No quiero dejar de pensar el coñazo que le daría a Fernán Gómez la censura (Aparecen en la película adulterios, robos, violencia doméstica, amancebamiento, meapilas beatos, etc.), y aún con eso, ha quedado un documento fundamental para acercarse a la miseria de la posguerra en este país.
No me corto un pelo, esto es una obra maestra de su autor, Fernando Fernán Gómez.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La historia se centra en una familia normal que reside en el barrio de Maravillas. La madre, piedra angular de la familia, trabaja como una mula para alimentar y cuidar a su familia, el marido es guardia municipal, ya se sabe, poco sueldo y mucho honor, con su máscara de cabeza de familia a duras penas llega a un personaje secundario en la familia. La familia se compone de tres hijos y sus distintos caminos del fracaso: la primera, Miss Maravillas de 1953, se casó mal con un desgraciado irresponsable que deambula por la vida tras un golpe de suerte que lo saque de la miseria (espléndida actuación de F. Fernán Gómez, lo mejor que he visto de él, para mí siempre fue mejor director que actor, y que Dios me perdone), mientras va haciendo colección de hijos y de miserias que la van envejeciendo y agriando paulatinamente. En el colmo de su impotencia, sabe que por no poder no puede ni venderse. Su hermana, viviendo siempre a la sombra de su hermana bella y honrada, ha generado a lo largo de su vida un profundo odio hacia ella que la aboca a intentar superarla en todo. Tras unos primeros intentos de casarse con alguien mejor que con quien se casó su hermana, se dedica a ser “segundo plato” de acaudalados hombres de negocios. Mediante ellos puede seguir ayudando a su hermana económicamente para así alargar su miseria y desgracia, ¡qué refinamiento provoca el odio!
El tercer hijo, es un seminarista fracasado que ni para cura valió, reprogramado como administrativo, meapilas incombustible, que sólo ha quedado para rezar y bendecir los alimentos.
Todos los personajes de la familia van generando una espiral de odio, violencia y maldad que los llevan irremisiblemente hacia un final trágico.
El tercer hijo, es un seminarista fracasado que ni para cura valió, reprogramado como administrativo, meapilas incombustible, que sólo ha quedado para rezar y bendecir los alimentos.
Todos los personajes de la familia van generando una espiral de odio, violencia y maldad que los llevan irremisiblemente hacia un final trágico.