Anna Karenina, Cenicienta, Grandes esperanzas, Los Borgia, Jane Eyre.
Este es principalmente el curriculum de Holliday Grainger como actriz. No sabemos si está empeñada en convertirse en la cara más conocida de la ficción de época, pero aquí está de nuevo como protagonista de Lady Chatterly.
Lo bueno es que la actriz sabe lo que hace y queda estupendamente en cámara con los vestidos de dama. Richard Madden no se queda atrás, pues es otro intérprete cuyo físico y aptitudes interpretativas encajan perfectamente en producciones de este tipo. El telefilme tiene una factura estupenda, como es habitual siempre en la elegantísima ficción británica, y se deja ver con agrado. Podría haber sido mejor y tener más ritmo, pero es una producción entretenida y con argumento apasionado, perfecta para pasar un rato de sábado por la tarde.

Lo mejor: La factura, siempre impecable en la ficción inglesa
Lo peor: No es ninguna obra maestra y le falta ritmo