Muchísima acción, muy bien rodada. Hay planos excelentes de París que te atrapan cuando los ves en pantalla grande, aunque los planos en London dejan mucho que desear. La historia es sencilla, pero es posible que el espectador se haga un poco un lío con los nombres en un tramo de la película, salvo eso, se entiende muy bien.
Hay giros que la hacen aún mas entretenida y tanto la música como los efectos de sonido, hacen que el visionado te mantenga en constante tensión. Los actores dan mucho peso a los personajes y disfrutas de todos ellos.
La acción se vé muy real, sin chromas (pantalla azul) ni dobles. No hay engaños de ningún tipo en la pureza de las escenas de riesgo, lo que hace de este film un viaje de dos horas a tope de adrenalina.
Merece la pèna pagar 10 euros por la entrada, si con ello apoyo a los realizadores de este espectáculo sin precedentes. Atención, productores de de James Bond, poneros las pilas, por que Ethan Hunt os está robando el negocio.