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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Intriga. Thriller Tom Ripley, un cazafortunas, es enviado a Europa por el señor Greenleaf para buscar a su hijo Philip, un playboy mimado, y llevarlo de vuelta a los Estados Unidos. A cambio recibirá 5000 dólares. Philip engaña a Tom fingiendo que está decidido a volver, pero no tiene ninguna intención de dejar a su prometida ni de cumplir los deseos de su padre. (FILMAFFINITY)
9 de julio de 2019
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mente de un escritor consagrado, es un constante revoltijo de ideas que van y vienen tratando de tomar orden y cuerpo. En las cosas que ve, lee o escucha, el escritor suele encontrar el sustrato que lo inspira y lo lleva a ese juego de situaciones que, tras darles muchas vueltas, en cualquier momento se convierten en una nueva historia. El escritor (de cuentos, novelas, dramas…) toma notas, añade, quita, investiga… y finalmente, toma la decisión que encuentra más acertada.

Tras el éxito obtenido con su primera novela, “Strangers on a Train” (1950), que, un año después, fuera adaptada al cine con la brillante dirección de Alfred Hitchcock, la escritora estadounidense, Patricia Highsmith, quiso darse el gusto de conocer a Europa, y fue allí que, entre cafés que le daban ocasión de observar a los vecinos de mesa y a los transeúntes… mirando los periódicos de la mañana… y visitando museos de arte pictórico… en su mente surgió la idea de un singular personaje al que llamaría, Tom Ripley, una mezcla de estafador, asesino y maquinador empedernido, con un algo (o mucho) de corazón que, en ocasiones, puede llegar a sorprender.

La primera historia sobre Ripley, “The Talented Mr. Ripley”, la publicó Highsmith en 1955 y con ella obtuvo el Gran Premio de Novela Policíaca, atrayendo enseguida al director francés, René Clément, quien se encargó de adaptarla en asocio con Paul Gégauff.

Con una eficaz ambientación en la Italia de mediados del siglo XX; sirviéndose de una preciosista fotografía empeñada en hacer lucir muy atractivos a todos los protagonistas; y preocupándose -de manera muy atinada- de recrear, paulatinamente, la suerte de incidentes que inducen a Tom Ripley a tomar la decisión que alterará su vida, el director Clément va plasmando un ambiente de tensión y de suspenso con situaciones muy afortunadas.

Una edición muy rigurosa y otra eficaz banda sonora de ese gran compositor que fuera, Nino Rota, contribuyen a la fluidez de una trama que, Highsmith, dejara muy bien plantada: Por solicitud del sr. Greenleaf, el estadounidense, Tom Ripley, viaja a Europa con la tarea de llevar de regreso a su hijo Philip(pe), un playboy que no cesa de jugar al seductor, mientras preserva a su mejor conquista, la joven francesa, Marge Duval… pero, Philippe no está interesado en regresar, y con Tom a bordo, planea una salida en un yate al que ha puesto el nombre de su novia, y aquí comenzará una aventura que va a cambiar la vida de todos.

En su tercer protagónico, Alain Delon es Tom Ripley, un ingenioso timador que va a dar cuenta de una recursividad (¿casi?) inagotable. Maurice Ronet, impone su sugerente rostro en la figura de Philippe, dando cuenta de los dobleces típicos de la más obcecada burguesía; y Marie Laforêt, es Marge, la joven enamorada puesta al vaivén de las olas.

Con, <<A PLENO SOL>>, el director René Clément, sumaba en su haber dos décadas de connotados éxitos cinematográficos; y la escritora, Patricia Highsmith, quedaba tan entusiasmada con su personaje que, en un período de 36 años, lo tendría en un total de cinco novelas.
Luis Guillermo Cardona
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