Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
5
Comedia. Musical Bert Wheeler es un pobre cleptómano en la Inglaterra del siglo XVII, y esto provoca que la pareja viva todo tipo de situaciones disparatadas. (FILMAFFINITY)
7 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La maña del copiado no ha sido cosa inventada por Tim Burton ni por Quentin Tarantino, por Jerry Lewis ni por Bob Hope… viene desde que comenzó el cine y son incontables los que se “roban” esta escena o aquella imagen, esta frase o aquel estupendo gag, la dulce canción o los rasgos de tal personaje… y así, el cine es constantemente una adivinanza que, en mi caso personal -y estoy seguro que también les ocurre a los amantes del cine clásico-, en ocasiones hasta me saca de lo que estoy viendo, porque paso mis buenos ratos pensando: ¿Dónde fue que vi una escena semejante?, ¿Quién cantó esa canción en otro filme? ¿En qué película habían dicho ya esa frase?...

En ocasiones, sufre uno esforzándose inútilmente por recordar donde vio u oyó lo que acaba de ver u oír, cómo cuando vi al veterinario, Bob Woolsey, dándole una píldora (tamaño burro) al duque de Cranbery Cross a través de un tubo… el duque sopla y es Woolsey quien se la traga. “¡Él sopló primero!”, exclama Woolsey atragantado. ¿La vi en un filme de Chaplin o fue en un filme de los hermanos Marx? Otras veces, la ley de causalidad se pone de nuestro lado, porque resulta que, curiosamente, sigue bien fresco en nuestra memoria el recuerdo de lo ahora visto, porque fue hace poco, o quizás apenas ayer, que vimos lo que está copiando -convencido de descrestar- el nuevo director.

<<CABALLEROS DE CAPA Y ESPADA>>, me trajo a la memoria cosas bastante frescas… y no me cabe duda alguna de que tanto el director, Mark Sandrich, como los estimados comediantes, Wheeler and Woolsey, no tuvieron escrúpulo alguno en hacerse de cosas ya hechas por Laurel y Hardy, para este caso, “Fra diávolo”, de donde se toma el aire de opereta para el inicio y la coquetería de la preciosa, Thelma Todd (protagonista en ambos filmes), para todo el resto. Pero sobre todo, hay un marcado afán de calcar a, Groucho Marx, por parte de Woolsey (el puro, las gafas, algunos movimientos, el veterinario que se hace pasar por médico, la tonta manera de seducir…) y, Wheeler, hace lo suyo queriéndose parecer a Harpo (cleptómano, seductor, deschavetado…). Pero con todo ésto, no hacen nada novedoso; difícilmente se centran en algo propio y apenas uno que otro ligero gag, hace llevadero un filme que también cabe sumar al cine olvidable de esta pareja que, en todo caso, tuvo sus buenos momentos cinematográficos. Sería, George Stevens, el siguiente director que haría un nuevo y acertado esfuerzo para ponerlos a tono con la buena comedia.

Con, Wheeler & Woolsey, aparecerá su más frecuente partenaire, Dorothy Lee, como la chica que se ve obligada a hacer de chico para huir de las pretensiones de otro aristócrata sinvergüenza; y Thelma Todd, será por segunda y última vez, la chica que alentará los apetitos, ¡siempre despiertos!, de ese lobo llamado Robert Woolsey, el suplantador de médico y futuro héroe accidental.

Y cómo son las cosas, <<CABALLEROS DE CAPA Y ESPADA>>, se vendió bastante bien y hasta los famosos críticos, Leonard Maltin y Richard Watts Jr., quedaron encantados… pero bueno, del cielo cae la lluvia y es decisión de la mayoría optar por mojarse o no.

Título para Latinoamérica: TENORIOS A CAPA Y ESPADA
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow