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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama. Romance Anna Karenina (Greta Garbo) está casada con el senador Karenin (Brandon Hurst), de quien tiene un hijo de cinco años. Pero cuando conoce al capitán del ejército zarista Alexei Vronsky (John Gilbert), ambos quedan prendados el uno del otro y así comenzará la historia de un gran amor prohibido que, ni la sociedad ni el ejército, aprueban en absoluto. (FILMAFFINITY)
30 de abril de 2014
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que los escritores rusos del siglo XIX, Gorki, Dostoyevski, Tolstói… fueron los iniciadores de la novela psicológica, esa que desentraña el alma humana y nos la pone en bandeja de plata para ayudarnos a comprender el sufrimiento y la felicidad, la maldad y la nobleza, el afán de acumular y el impulso de compartir que, unos y otros, llevamos dentro. Me acojo a esta afirmación porque, siempre que leo a alguno de aquellos magníficos escritores, o a Chéjov, a Pushkin, a Andreev… siento que, el ser humano adquiere una grandeza tal que sobrepasa casi siempre lo que solemos percibir en la vida cotidiana.

Basta conocer esa fortaleza inexpugnable, esa entrega plena e irrestricta y esa capacidad de amar, pensando más en el bien del otro que en el suyo propio, de un personaje como Anna Karenina, para llegar a sentir, de manera absoluta y contundente, que no hay otra criatura en la tierra con tantos maravillosos potenciales como los seres humanos. De aquí, que tiene que haber una profunda carencia o una pérdida total de razonamiento lógico, para que una persona pueda asumir, a sangre fría, la intención de hacerle daño a otra.

Lev Tolstói, escribió “Anna Karenina” en 1876, en un tiempo en que ya el zar, los militares y la aristocracia rusa, lo visionaban como a un enemigo de sus intereses. Quizás esto explique la descripción punzante, directa y a veces sutil como el escritor alude a su hipocresía, su prepotencia y mezquindad… siendo Anna una gran víctima de todos estos desajustes.

Algo de esto, se verá reflejado en la adaptación cinematográfica que, el productor Irving Thalberg, decidió realizar en el año 1927. Como en otras ocasiones -dada la obseso-compulsiva manera como el joven Thalberg hacía las películas- fue esta una compleja realización que tuvo como inicial director a John Gilbert, reemplazado pronto por Dimitri Buchowetzki. El protagonista inicial, Ricardo Cortez, fue suplantado por Norman Kerry, y finalmente, éste debió ceder el paso a Gilbert… hasta que, un día cualquiera, a Thalberg lo agarró la chiripiorca, tiró todo lo hecho a la basura, y contratando al talentoso director inglés, Edmund Goulding, le pidió empezar de cero con Garbo y Gilbert como protagonistas definitivos.

Finalizando el rodaje, Thalberg determinó, con bases estadísticas que, en EEUU, llegaban más los finales felices que los trágicos, y entonces, hizo que esta parte se rodara de las dos maneras… y lo que nosotros vimos, hace muchos años, fue el happy end que –en contra del director- tiraba por la borda la esencia tolstoiana haciendo que, el muy pendejo capitán Vronsky terminara, abruptamente, con derecho a una familia feliz.

El título de "ANNA KARENINA", usado durante el rodaje, se cambiaría a “LOVE”, cuando viendo que sus protagonistas lucían fuera de escena bastante enamorados, Thalberg pensó que podría usarse un sugestivo cartel que dijera: Garbo and Gilbert in “LOVE” (asociable a in-love: enamorados).

Magnífica fotografía de William Daniels, con una iluminación ejemplar. Greta Garbo, dulce y encantadora, jugando de muy linda manera a ser la mamá que nunca “quiso” ser. Y estupendo, George Fawcett como el gran duque, todo un papá con ese capitán que se convierte en su dolor de cabeza.

Anna Karenina, es un nombre que siempre sonará a mujer que ama demasiado... sin amarse lo suficiente a sí misma.
Luis Guillermo Cardona
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