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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama. Fantástico Eva y Pierre mueren al mismo tiempo, pero independientemente. Aprenden a conocerse y a amarse en el más allá. Tienen así una segunda oportunidad para poder demostrarse su amor absoluto. Pero, ¿podrán poner de lado su pasado? (FILMAFFINITY)
18 de junio de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Del sánscrito: Upa=Cerca y ṣad=Sentarse, la palabra, Upanishad, significa: Sentarse cerca de otro (para escuchar respetuosamente sus enseñanzas). Con este término, se ha denominado a cerca de doscientos libros sagrados hinduistas escritos entre los años 800 y 400 antes de Cristo. En uno de ellos se lee una verdad de a puño: “Si el que mata cree que es él quien mata y si el que muere cree que es él quien muere, ambos están equivocados, pues, ni uno mata ni el otro muere a manos de nadie”.

Curioso, pero bien interesante que, de la pluma del escritor y filósofo Jean-Paul Sartre, haya surgido esta esotérica historia titulada, “Les Jeux sont Faits” (La Suerte está Echada), en la que, con sumo respeto asume su interpretación del más allá, intentando demostrar lo grata que es la muerte y sosteniendo la hipótesis de que no se puede luchar contra el destino porque cada uno tiene sus cartas marcadas. Sobre esta teoría, también los Upanishad tienen sus particulares y sabias afirmaciones: “Una persona consta de deseos y según sea su deseo así será su voluntad; y según sea su voluntad, así serán sus acciones; y según sean sus acciones, serán los frutos que recoja”. Y, en otro aparte, dice: “Si la mente del hombre se apega al mundo, éste se esclaviza, pero si se libera de él, el hombre obtiene su libertad”.

Es decir, el destino no está escrito, la suerte NO está echada. El hombre puede elegir y según sea lo que elija serán las consecuencias de sus actos. Así las cosas, se puede disentir de la tesis general que se desarrolla en la película que dirigiera, Jean Delannoy, pero, sin embargo, la historia de, <<LA SUERTE ESTÁ ECHADA>>, tiene su encanto… y siempre será un placer ver a esa bella mujer llamada, Micheline Presle, cuya presencia llena la pantalla de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. ¡Qué absurdo, Delannoy, al haberle puesto como rival a esa jovencita insulsa que hace de su hermana y qué idiota el secretario de la milicia, André Charlier, al querer hacer el cambio que pretende!

Tampoco nos cabe en la cabeza que la fascinante, Eve Charlier, haya podido sentirse atraída por Pierre Dumaine… y no porque sea un hombre de pueblo, capataz de una fundición, sino porque le falta Espíritu y tiene un aire de tontuelo que hace imposible verlo como fundador y líder de la Liga por la Libertad.

Por fortuna, la trama que Sartre escribiera para, <<LA SUERTE ESTÁ ECHADA>>, ofrece giros bien interesantes… y uno hasta disfruta viendo “el ingenio” del director para recrear ese lugar en el que se encuentran los muertos, ¡igualito a cualquier barrio pobre de Francia! También es encantadora la manera como los finados se la pasan en el palacio del Regente ¡esperando a que llegue el feliz día en que lo ahorquen!... y también es llamativo ver cómo, los que ya se fueron, no pueden hacer gran cosa para cambiar lo que sigue sucediendo aquí en la tierra.

Y mirando bien los hechos como se presentan en la vida real, la suerte si está echada: Si lo haces bien te va a ir bien… si lo haces mal, ¡atente a las consecuencias!
Luis Guillermo Cardona
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