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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Romance. Comedia Viena, 1907. A pesar de haber sido desterrada, por sus indiscreciones, de la mansión familiar, una bella princesa austriaca (Sophia Loren) rechaza los proyectos de su madre que pretende casarla con un príncipe. Ella ha puesto sus ojos en un atractivo ingeniero americano (John Gavin) que está de visita y que cuenta con la aprobación de su padre (Maurice Chevalier). (FILMAFFINITY)
19 de diciembre de 2010
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ferenc Molnár (1878-1952), fue un sobresaliente periodista, novelista y dramaturgo húngaro quien, con sus obras, sobrepasó ampliamente las fronteras de su país. A comienzos de la II Guerra Mundial, por ser judío, Molnár tuvo que exiliarse a los Estados Unidos de Norteamérica y allí consiguió que aumentara el interés por sus obras, algunas de las cuales ya habían sido adaptadas al cine: “Liliom”, “El Diablo”, “El Cisne” y “Olympia”, han sido algunas de las más apetecidas. De, “Olympia”, se habían hecho ya tres versiones cinematográficas:”His Glorious Night” (1929) de Lionel Barrymore; “Olimpia” (1930) de C. M. Franklin y Juan de Oms; y “Si el Emperador lo Supiera” (1930) de Jacques Feyder.

Michael Curtiz, sentía por su coterráneo Molnár un gran aprecio. Él mismo había llevado ya al cine, “El Diablo”, “El Lobo” y “Liliom” (inacabada). Muy grato fue, pues, para él, cuando, tras desempolvar un guion adaptado por Sidney Franklin -que venía guardado desde hacía más de 20 años-, y tras dárselo a, Walter Bernstein, para que lo reescribiera, la Paramount se lo asignó para que lo dirigiera con un alto presupuesto, un calificado grupo de estrellas, y la posibilidad de rodar en su querida Viena, a la que iría por última vez… pues ya, Curtiz, comenzaba a sentirse enfermo.

<<ESCÁNDALO EN LA CORTE>>, es una comedia y casi un cuento de hadas, en donde, la bella Olympia, hija de los príncipes Philip y Eugénie, es motivada por su madre para que se case -vía negocio- con Ruprecht, un príncipe prusiano no muy inteligente, pero quien no tiene que serlo, pues, ¡al fin y al cabo es un príncipe! Con un férreo sentido del deber, la temperamental muchacha acata la petición de su ambiciosa madre… pero, para satisfacción de su progresista padre, en escena entra el apuesto ingeniero americano, Charles Foster, y éste traerá consigo el único tesoro que un ser humano puede poseer: el Amor.

Se desenvuelve así, una divertida y romántica historia que nos pasea por los castillos y los jardines de Viena, con un simpático grupo de personajes entre los cuales, Philip (Maurice Chevalier) y Eugénie (Isabel Jeans), se llevan las mayores palmas.

El resto es una atinada recreación de los juegos, motivaciones y maquinaciones que suelen darse entre aquellos personajes que habitan los inmensos, ostentosos y lóbregos lugares llamados palacios, al tiempo que se lanzan unos cuantos dardos que dan exactamente en todo el centro de la diana.

¡Seguro que se divertirán!

Título para Latinoamérica: ESCÁNDALOS IMPERIALES
Luis Guillermo Cardona
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