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Voto de FATHER CAPRIO:
9
Cine negro. Thriller Tony Camonte (Paul Muni), un pistolero de origen italiano, ignorante y sin escrúpulos, es el lugarteniente de Johnny Lovo (Osgood Perkins), el hampón más poderoso del South End de Chicago. Ambicioso y cruel, Camonte, que por una cicatriz que le cruza el rostro recibe el apelativo de Cara cortada, elimina poco a poco a los rivales de su jefe hasta que, con la ayuda de su amigo Gino Rinaldo (George Raft), le arrebata el poder también a él ... [+]
28 de noviembre de 2008
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chicago años 30. No, no es la película de Nicholas Ray de 1958. Estoy hablando del verdadero Chicago en los años 30 y Howard Hawks filmando "in situ", como aquel que dice, un documental de época: Scarface. Bandas de gangsters repartiéndose el negocio de la prohibición. Para ti el North side, para mí el South side. Cada cual en su casa y balas en las de todos.

Este es el resumen, muy sucinto, de una película arriesgada tanto por la época en que se rodó (1930, aunque se demoró su estreno en un par de años) como por las sobredosis de violencia. ¿Problemas con la censura? Evidentemente, si, porque a pesar de un cierto tono de comedia (el personaje de secretario particular de Camonte es todo un poema) y a pesar de que las balas son de fogueo (es un suponer) la película destila violencia por cada uno de sus poros. Y tiene muchos. Y por si fuese poca, la que no se ve se imagina. La caída de las hojas del calendario a "metralletazo limpio" no puede significar más que una sola cosa. Todos los días, un fiambre, por lo menos.

Bueno, tampoco es cuestión de regodearse en estas cosas. Pero la mezcla de gatillos ultrasensibles y dedos nerviosos resultaba demasiado provocadora incluso para aquellos tiempos donde la policía se veía desbordada por las leyes permisivas de las armas de fuego y por las "seguridades jurídicas". La cultura de Tony Camonte alcanza para solicitar "un Habeas Corpus de esos". Así estaba el patio. Los necios heredando la tierra como en el mandato divino. No...no era esto.

Lo que sí es cierto y no hay error es la excelente interpretación de Paul Muni, un actor bastante desconocido y al que quiero, una vez más, reivindicar. Se ha dicho que, a diferencia de otros actores (ejemplo Gary Cooper) Muni se metía en la piel de los personajes, se transformaba en ellos, en Cara cortada Tony Camonte, en Émile Zola o en tantos otros. El espectador no veía a Muni y pensaba que era Zola. No. El espectador veía y sigue viendo, a Zola, a Scarface. Hasta ese punto el arte de la imbricación actor-personaje. En ese sentido Paul Muni es un actor de proporciones colosales.

Resumiendo, la película es una de las míticas del género, a la altura de El enemigo público a la que recuerda en alguna escena, como por ejemplo aquella donde se está derramando la cerveza mientras Camonte y su banda anotan los "pedidos" con plus incluido. Su final también ha sido objeto de controversia e incluso la censura lo llegó a cambiar por otro más "light". No obstante en una película con 28 muertos en ella, ¿qué más light podemos esperar?.

Por si lo que les he contado no les parece suficiente, una perlita final. El extraño amor de Cesca, la hermanita superprotegida, con destellos absolutamente "contranatura" , máxime después de las mil y una, no noches precisamente, que le gasta el brother.

No se la pierdan.
FATHER CAPRIO
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