Qué decir que no hayamos oído, leído, o dicho ya de este magnífico actor, y ahora también director. Lo tiene todo, y todo bueno. De Niro nos devuelve a uno de sus mejores mundos interpretativos: la mafía italoamaricana. Sin duda los actores bordan sus respectivos papeles, destacando la actuación del joven Lillo Brancato (el parecido físico con su padre ficticio es increible). Tamíén subrrayar al mafioso por excelencia Chazz Palmiteri en una interpretación más que notable, renegando a un segundo plano al mismísimo De Niro, quien en la sombra, y dejando protagonismo a los ya mencionados actores, desarrolla un trabajo al que no nos tenía acostumbrado: el bueno. Y por último sumarle la herencia de papa Scorssese que se plasma en cada palano y ambientes.

En definitiva: Si te gusta el cine tienes que verla