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España España · cádiz
Voto de manolo:
10
Serie de TV. Drama Miniserie de TV (13 episodios) sobre eventos históricos ocurridos entre 1848 y 1918, tales como la dinastía de los Habsburgo en Austria-Hungría, los Hohenzollern en Alemania o los Romanov en Rusia.
5 de mayo de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo que impresiona en la Caída de las Águilas es la cabecera de cada capítulo: sendas águilas bicéfalas, la austrohúngara y la rusa, enmarcadas con un movimiento grandioso del águila imperial prusiana, todas ellas repujadas en oro resplandeciente, avanzan desde el fondo hacia el primer plano, bajo los acordes musicales del primer movimiento de la 5ª Sinfonía de Gustav Mahler.

Los que ya no somos tan jóvenes, tuvimos la suerte de seguirla en la programación que a finales de 1981 hizo Televisión Española en la dos. Aunque la BBC dedicó todos sus esfuerzos en la remasterización digital de muchas series históricas, también presentadas en España, como es el caso de las Seis Esposas de Enrique VIII y Elizabeth R, en versión castellana, no sucedió lo mismo con la que ahora nos ocupa en lo referente al idioma.

La caída de las Águilas, si bien se puede adquirir en DVD, sigue totalmente en inglés (una lástima). Algo parecido ocurrió con la excelente Eduardo VII, patrocinada por la ATV, que también fue emitida por Televisión Española a mediados de 1979.

Goza de una esmerada producción en la que no se han escatimado medios personales en dirección, guionistas y actores. La caracterización de actores se ha cuidado al máximo detalle, basta decir que para un mismo personaje, que por su longevidad histórica real, hubiera exigido una obra muy “cuidada” de maquillaje, se han elegido actores diferentes para su época de joven y de anciano.

La acción, casi siempre teatral, filmada en primeros planos, se desarrolla en interiores históricos, con una iluminación y coloridos muy logrados. El conjunto es ensalzado por un vestuario muy lujoso. Los exteriores tomados en planos largos, para expresar el desarrollo de muchos de los acontecimientos, se tratan más bien de una forma esquemática apoyados a menudo en documentos gráficos de la época. Un eficiente narrador, que es ni más ni menos que el veterano actor británico Michael Horden, subraya la acción adecuadamente.

En la serie, se nos presenta al joven Emperador Francisco José, monarca del Imperio Austrohúngaro, interpretado por el actor Miles Anderson, como un hombre jovial que desoyendo el consejo materno se casa con la jovencita Sissi, en lugar de con la hermana. Este personaje se va tornando melancólico y severo, en parte por los acontecimientos políticos en pugna con las ambiciones de Prusia, las continuas demandas independentistas de los nacionalistas húngaros y las intervenciones en los Balcanes. Además fue una persona muy desgraciada: muerte de su único hijo Rodolfo en Mayerling, asesinato de su sobrino Francisco Fernando de Austria y esposa en Sarajevo, fusilamiento de su hermano Maximiliano en Méjico por Juárez, y, finalmente, el asesinato de su esposa Sissi en Ginebra por un terrorista. La expresión de la cara de amargura del monarca en su vejez, la ha sabido reflejar con precisión y dramatismo, nadie mejor que el actor británico Laurence Naismith en la Serie.

Por otro lado, Alemania era un mosaico curioso de reinos y estados: Prusia, Sajonia, Baviera, etc. Uno de estos reinos, Prusia, con su monarca Guillermo I, ayudado por su primer ministro Otto Von Bismarck, interpretado por el actor Curd Jürgens, pertrechó con mano férrea y violenta, la derrota de Austria primero y Francia después, logrando la unificación alemana en un solo estado: proclamación de 1871 en la sala de los espejos del Palacio de Versalles.

A Guillermo I le sucedió el corto reinado de su hijo Federico III, casado con Victoria hija de la Reina Victoria del Reino Unido, por lo que se proclamó en 1888 al hijo de ambos, el joven Willy, como así le llamaba la inglesa.

El joven Emperador Guillermo II (Willy), es interpretado magistralmente por el actor Barry Foster, el inolvidable asesino de Frenesí (1972), Alfred Hitchcock. Memorable la escena en que discute con sus generales, sobre la mesa de trabajo, los planes a seguir: todo un Von Hindenburg (Marius Goring) o un Erich Ludendorf (Michael Bates) pegando un taconazo… ¡Sí Majestad!

Una de las primeras medidas de estado que toma Guillermo II, es despedir de un plumazo a Bismarck. Me recuerda otra página de la historia, en que el recién llegado a España, el joven Emperador Carlos I, despachando al Cardenal Cisneros …la Corona agradece sus servicios, pero su Eminencia está mejor en el Convento.

El carácter impulsivo de Willy y la situación explosiva de Europa, lo forzaron a intervenir junto con Austria-Hungría en el conflicto de los Balcanes que derivó inevitablemente en la Primera Guerra Mundial (1914-18). Este desastre que enfrentó, fundamentalmente, a los dos imperios de Europa Central (Austria-Hungría y Alemania), de un lado, y los aliados (Reino Unido, Francia, Rusia, Estados Unidos, etc.) del otro, concluyó con el desenlace ya conocido del destierro del Káiser: Tratado de Versalles de 1919 que puso fin a la contienda y preparó el caldo de cultivo para la otra caída: La caída de los dioses (1969), Luchino Visconti; Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1962), Vicente Minnelli.

(sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
manolo
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