Cuando se ponga un comentario en las películas basadas en cómics se deberían referir, en su mayor parte, a ella. Sé que es inevitable compararlos, pero yo (y supongo que muchos otros) no he leído muchos cómics y lo que me más me interesa al leer las críticas es la película.

Ésta es una sucesión de escenas copiadas de otras cintas engarzadas con habilidad: Matrix (por la estética y el protagonista), Blade (inevitable acordarse durante la matanza final de los híbridos), El Exorcista (la primera escena es un exorcismo, con la niña atada a la cama y todo), Spiderman (cuando Constantine está deseando besar a Ángela pero no puede), El Señor de los Anillos (los viajes al infierno se parecen mucho a los que hace Frodo al ponerse el anillo)... Esta mezcla, más unos efectos especiales muy logrados, más algunos elementos frikis (el proveedor de armas y el taxista son unos frikis de lo más grande), más ese toque de humor negro (Constantine es un bacilón y tiene unas salidas realmente graciosas), hace que todo el conjunto resulte entretenido (salvo el final, donde se les va la historia de las manos).

Si esto no te convence, Rachel Weisz justifica su visionado sobradamente. La verdad es que Constantine no tiene mucho mérito: yo también le entregaría mi alma al Diablo con tal de salvarla.