¿"rusianadas"?. No sé, la verdad es que suena bastante mal...Mejor que una palabra para definir esta película sería una escena entre grotesca y delirante. Concretamente la de un puñado de soldados rusos saliendo de un edificio en llamas y, envueltos en fuego de pies a cabeza, atacando a los alemanes y haciéndoles retroceder. Con todo, lo peor es que esta historia de alemanes malvados que para pasar el rato entre la cruenta batalla por la ciudad se dedican a quemar vivos a mujeres y niños indefensos (aunque hay un alemán que, sin ser un santo precisamente, tiene el detalle de enamorarse de una rusa porque le recuerda a su difunta mujer) enfrentados a unos rusos heroicos y sacrificados es que no tiene la gracia que el cine yanqui sabe dar a sus productos para hacer la película mínimamente atractiva al espectador. Los personajes no resultan atrayentes y si un tanto extraños e incongruentes. Por ejemplo, el jefe de los rusos defensores del edificio no duda en mandar ejecutar de un tiro a un ruso de la marina porque pone una ligera objeción a sus planes y al rato coge un cabreo de aquí te espero porque uno de sus francotiradores dispara sobre un soldado alemán que va a coger agua y lavarse en una fuente "¡¿es que nos hemos convertido en animales para hasta disparar sobre un hombre que necesita beber?" o algo así le dice a su subordinado reprendiéndole por ese "cruel acto". Por otro lado argumentalmente tampoco resulta convincente, aparte claro está de las fantasmadas de turno como la contada al principio, centrándose en la defensa por media docena de rusos de un edificio en ruinas que parece ser el centro de la batalla y del que parece depender todo. Los efectos especiales son muy correctos, todo hay que decirlo. Por supuesto no hay en la película la más mínima critica a la Unión Soviética de Stalin que fue, junto con la Alemania de Hitler, una de las dictaduras más sanguinarias de la historia de la humanidad. De hecho, creo que si esta película se hubiera estrenado en los tiempos de la Unión Soviética la censura no habría quitado ni un fotograma.