Media votos
5,3
Votos
2.087
Críticas
2.069
Listas
1
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de OsitoF:
1
4,3
437
Thriller. Comedia. Terror
Ritchie Donovan es un ladrón profesional cuya suerte lo ha abandonado. Ritchie es forzado a ir a Rusia a robar una antigüedad que esta salvaguardada en un penthouse en Moscú. Las cosas se salen de control y los cómplices psicópatas de Ritchie matan a una mujer en el robo y son forzados a tomar rehenes cuando la policía los rodea en el piso 13. Todo se vuelve peor cuando un rehén termina con la cabeza cortada y Ritchie se da cuenta que ... [+]
26 de enero de 2009
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Plan imperfecto” es una de esas películas (?) que intentan tomar por gilipollas al espectador. Rodada sin algo que merezca el nombre de guión y sin una mínimo intento de hacer algo con criterio, una ristra de “actores” encabezados por Stephen Dorff (cuesta entender cómo su carrera ha podido ir decayendo hasta acabar a la altura de Steven Segal) se dedican a encadenar una escena improvisada tras otra. Porque quiero pensar que se trata de improvisación y que no hubo director ni diálogos preparados, porque de lo contrario es para retirar a más de uno el carnet para participar en películas.
Hay momentos en los que intenta ser una comedia (pero no tiene puta gracia) y momentos en los que evoluciona por el gore (pero dando más pena que asco), en algunas escenas parece que intenta ser una peli de terror (provocando más vergüenza que miedo) y en otras un thriller (sin el más mínimo interés)… en resumidas cuentas, un sinsentido salido de una paja mental de David Lynch cuando tenía cuatro años. Actuaciones penosamente amateurs, música de peliputas, montaje similar a un episodio de los Lunnis, guión inexistente… vamos un truño de los gordos. Nivel de truño: me obligó a replantearme el concepto de ‘mierda’.
Para que os hagais una idea, sólo se me ocurren dos películas (?) peores que ésta. Como filmaffinity no las tiene en su catálogo, hago un breve resumen en el spoiler para que veais el nivel del cotarro:
Hay momentos en los que intenta ser una comedia (pero no tiene puta gracia) y momentos en los que evoluciona por el gore (pero dando más pena que asco), en algunas escenas parece que intenta ser una peli de terror (provocando más vergüenza que miedo) y en otras un thriller (sin el más mínimo interés)… en resumidas cuentas, un sinsentido salido de una paja mental de David Lynch cuando tenía cuatro años. Actuaciones penosamente amateurs, música de peliputas, montaje similar a un episodio de los Lunnis, guión inexistente… vamos un truño de los gordos. Nivel de truño: me obligó a replantearme el concepto de ‘mierda’.
Para que os hagais una idea, sólo se me ocurren dos películas (?) peores que ésta. Como filmaffinity no las tiene en su catálogo, hago un breve resumen en el spoiler para que veais el nivel del cotarro:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
1.- *) Skeleton-Man. Cutre e infumable a partes iguales. Un terrorífico espíritu indio (nativo americano) con túnica negra, careta de calavera, superpoderes que incluyen echar humo, aparecer/desaparecer donde y cuando le sale de los cojones y un arsenal propio de “Depredador” se dedica a aterrorizar a pescadores fluviales aficionados, lo que obliga al gobierno americano a mandar a un heterogéneo grupo de fuerzas especiales protagonizado por Casper Van Diem, tres garrulos muertos de hambre y tres muchachas atiborradas de silicona y camisetas ajustadas. Los comandos de andar por caso van muriendo rápidamente uno por uno (de las maneras más abusrdas) hasta que en el minuto 20 de la película ya no queda ni uno. Sin duda, se trata de uno de los grupos de fuerzas especiales más especiales (en el sentido de anormales) que he visto nunca.
En lugar de acabar ahí sin hacer más daño que un par de neuronas muertas por asco y veinte minutos perdidos, la película se alarga otra hora en la que el tío disfrazado de esqueleto destroza una central hidroeléctrica sin otra motivación aparente que no sea alargar el metraje.
Los efectos especiales del Equipo A parecen de última generación comparado con lo que se ve aquí (un pescador muerto tiene que aguantarse él mismo la flecha que le han clavado para que no se le caiga, pero como la tiene en la espalda y apenas llega sus esfuerzos para parecer muerto sin que la flecha se le salga resultan descojonantes).
2.- *) Perdidas. Cuatro actrices jóvenes de un nivel muy-muy inferior a las de “El Internado” se van de excursión nocturna en coche a la Australia profunda y, tras una inaguantable media hora inicial diciendo imbecilidades sin sentido, se ven acosadas por una señora tarada que las persigue en su coche con una escopeta.
Ridícula hasta la náusea, pero tiene un momento sublime que casi la redime: durante la trepidante persecución a 25 km/h, empiezan a tirarle cosas por la ventanilla (kleenex usados, patatas fritas, la guía Campsa australiana…) sin, naturalmente, demasiado éxito. Una vez que se han quedado sin munición, una de las jabatas se jiña en la mano y le manda el ñordo a la loca, impacta en el parabrisas y la obliga a aplazar la persecución.
Insisto: sublime, sobre todo el realismo de las compañeras quejándose de lo mal que le huele la mano a la cagona y sus penurias para sacarse los restos de encima (recordemos que ya le habían tirado previamente los kleenex a la pirada).
En lugar de acabar ahí sin hacer más daño que un par de neuronas muertas por asco y veinte minutos perdidos, la película se alarga otra hora en la que el tío disfrazado de esqueleto destroza una central hidroeléctrica sin otra motivación aparente que no sea alargar el metraje.
Los efectos especiales del Equipo A parecen de última generación comparado con lo que se ve aquí (un pescador muerto tiene que aguantarse él mismo la flecha que le han clavado para que no se le caiga, pero como la tiene en la espalda y apenas llega sus esfuerzos para parecer muerto sin que la flecha se le salga resultan descojonantes).
2.- *) Perdidas. Cuatro actrices jóvenes de un nivel muy-muy inferior a las de “El Internado” se van de excursión nocturna en coche a la Australia profunda y, tras una inaguantable media hora inicial diciendo imbecilidades sin sentido, se ven acosadas por una señora tarada que las persigue en su coche con una escopeta.
Ridícula hasta la náusea, pero tiene un momento sublime que casi la redime: durante la trepidante persecución a 25 km/h, empiezan a tirarle cosas por la ventanilla (kleenex usados, patatas fritas, la guía Campsa australiana…) sin, naturalmente, demasiado éxito. Una vez que se han quedado sin munición, una de las jabatas se jiña en la mano y le manda el ñordo a la loca, impacta en el parabrisas y la obliga a aplazar la persecución.
Insisto: sublime, sobre todo el realismo de las compañeras quejándose de lo mal que le huele la mano a la cagona y sus penurias para sacarse los restos de encima (recordemos que ya le habían tirado previamente los kleenex a la pirada).