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España España · Madrid
Voto de Charles:
8
Drama Basada en la vida del Dr. William Marston, psicólogo y teórico de Harvard, quien ayudó a crear el detector de mentiras y el famoso personaje ficticio de la Mujer Maravilla. Esta película muestra parte de la relación poco convencional que compartió con dos mujeres: su esposa Elizabeth (Rebecca Hall), y Olive Byrne, una alumna de William que invita a la pareja a una hermandad femenina, en donde exploran y comparten ideas sobre sexualidad ... [+]
27 de enero de 2018
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre existe el reflejo en la creación.
No se puede evitar proyectar en la propia obra lo que se arrastra y, de hecho, cualquiera diría que ese es el fin último de cualquier obra.
Pero a veces sucede algo más, un sacrificio o casi un exorcismo: lo que se crea adquiere vida propia, y te permite mirarte en un espejo “limpio”, donde existe esa mejor versión de ti mismo a la que puedes aspirar.

‘El Profesor Marston y las Wonder Women’ es la historia de dos mujeres maravilla, Elizabeth Marston y Olive Byrne, el afortunado profesor que las pudo contemplar, y el valiente espejo que, con ese reflejo, quería colocar ante toda la humanidad.
Que se dice pronto.
En realidad, esto podría ser la enésima recolección de datos curiosos sobre la creación de Wonder Woman, pero hay algo más, un cierto idealismo a prueba de balas, heredero de esa heroína de papel, que por un momento alza el trío romántico por encima de los simples mortales que eran en realidad.

En concreto, una escena entre las bambalinas de un teatro, en el velo entre fantasía y realidad, da la clave de todo lo demás: Olive se enfunda en una vaporosa túnica griega con brazaletes adornados, Elizabeth se abriga en una piel de leopardo que resalta su fiereza, y William se transforma en el pobre general de uniforme que no manda nada ante las dos mujeres mitológicas que le tienen seducido y dominado.
Diana, Cheetah y Steve Trevor toman carne, conciencia, se hacen sentimiento y se quedan en el imaginario compartido por los tres, como versiones ideales de lo que a estos académicos les gustaría llegar a ser.
O en otras palabras, la fantasía deja de ser inalcanzable, y se convierte en una realidad tangible.

Ese dilema habita en el centro de este romance a tres bandas, que en principio se niegan William, Elizabeth y Olive, como estudiosos supuestamente racionales que son, dando la réplica de formalidad que la sociedad del momento les obligaba a tener.
Pero entonces entra en escena un elemento “mágico”, un detector de mentiras desarrollado por la pareja de profesores que deja al descubierto las verdades del corazón, como aquel lazo dorado de amazona que impide mentir, y se abre la puerta a un imposible que no parecía “correcto”: ¿si nos amamos, por qué ocultarlo? ¿si queremos estar juntos… porque vivir la pantomima de una vida separados?
Lo más hermoso de esta biografía semi-ficcionada es la manera de tratar este punto concreto: esto no es una relación desequilibrada donde una de las partes se aprovecha de otra, tampoco es una prueba de lo inviable que sería amar a más de una persona… sino, simplemente, un romance natural entre tres personas que, se nota, se dedican un afecto puro y genuino, dónde nadie es gurú de la propia causa y todos son alumnos de las emociones de todos.

La dificultad no es permanecer juntos, si no esas pesadas cadenas que nos atrapan en la vida cotidiana, ejerciendo una presión muy diferente al lazo de un amante que nos finge dominados, pero en realidad nos quiere siempre libres.
William reflejó todo eso en su heroína, la pionera en una época en la que “las señoritas superhéroes” no vendían, y desde su voz nos mandó un mensaje: que otra sociedad, dominada por el amor y la valentía, es posible y deseable.
La transformación de Olive, de ingenua sometida a brillante superheroína dominante, marca ese cambio de pensamiento en una estampa rojizo-dorada que se diría salida de un cómic, pero la cual queda muy lejos de la ficción: está teniendo lugar en ese parámetro de realidad donde las cadenas se han roto, y todo lo maravilloso se puede experimentar.

Quiere la casualidad que esta historia coincida, en el mismo año, con el salto definitivo al cine de la imbatible amazona, y su reafirmación como icono popular.
Qué mejor legado a lo que William Moulton Marston quiso lograr, que el ver cómo su vida, y las dos mujeres con las que pudo compartirla, han alcanzado categoría inmortal.
Charles
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