No creo que servidor pida demasiado a que un film tenga un poco de originalidad, por mínima que resulte, pero viniendo de un producto de sábado por la tarde no se puede esperar otra cosa que no sea la misma historia de siempre.
La historia en esta ocasión se puede decir que mantiene a ratos la tensión y siempre resulta agobiante el relato de un secuestro, pero para conseguir esa tensión poco esfuerzo han de mostrar el director, productor, actores y demás componentes que conformen el producto en cuestión. Porque el relato de un secuestro es agobiante, y es lógico que al menos la tensión sea más o menos acertada.
Como bien dice el título de mi crítica no hay nada nuevo bajo el sol sobre este telefilm, que probablemente sea olvidable instantáneamente a pesar de que este pueda interesar por tener un argumento entretenido.
La historia se podría decir que es simple, llevada a cabo con poca inteligencia, previsible al 100%, pero el motivo de mi aceptable puntuación es que aún siendo un producto lineal durante el transcurso de la trama, este se erige como un pasatiempos relativamente recomendable al no molestar ya que no arriesga en sus objetivos y eso a veces es mejor que el riesgo que resulte fatídico o irrisorio. Aunque lo dicho,en originalidad cero patatero.