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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
9
Romance. Drama Una familia pasa un domingo a orillas del Sena. Mientras los hombres duermen la siesta, unos jóvenes remeros invitan a la madre y a la hija a dar un paseo en barca; un paseo que se convertirá en algo más que una inocente excursión fluvial. Mediometraje de 40 minutos basado en un relato de Guy de Maupassant, en el que Renoir hace un homenaje a su padre, el pintor impresionista Pierre Auguste Renoir. Sus cuadros son mostrados en el film ... [+]
19 de marzo de 2007
37 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film realizado por Jean Renoir en el verano de 1936, que dejó inacabado y no volvió a retomar. Se basa en el relato breve "Une partie de campagne" (1881), de Guy de Maupassant. Se rodó en Bords du Liong y Marlotte (Seine-et-Marne, Francia). Producido por Pierre Braunberger, se estrenó el 6-V-1946 (Paris), tras la finalización de la IIGM.

La acción tiene lugar en las orillas del Sena, a lo largo de las horas previas al almuerzo, un día de agosto de 1860. El quincallero parisino Cyprien Dufour (André Gabriello), con el coche (carro ligero con toldo) de su vecino lechero, sale de Paris con la familia para gozar de un día de campo. Le acompañan su mujer Juliette (Jane Marken), su hija Henriette (Sylvia Bataille), su ayudante y novio de la hija, Anatole (Paul Temps) y la abuela (Gabrielle Fontan).

La película, de 39 minutos, es un mediometraje que mezcla comedia, drama, sátira y humor. El relato es un cuento tierno, malancólico, irónico y conmovedor, ralizado con una sencillez y simplicidad cautivadoras y con una delicadeza insuperable. Hace uso frecuente de la sugerencia y la insinuación como medio narrativo, al que dota de lirismo, poesía y encanto. Las contraposiciones sirven para resaltar la fuerza de los opuestos: el campo y la ciudad, los hombres dedicados a la pesca y las mujeres distraídas con sus temas, la naturaleza limpia y una fábrica contaminante, la belleza natural del lugar y el destino de una breve aventura sentimental. Evoca la sensualidad de la naturaleza, la excitación de los sentidos y del deseo que producen la luz cálida del verano, la brisa del río, el trino del jilguero, la paz y la libertad que traspiran la flora y la fauna silvestres. Se hace uso de algunos símbolos, subrayados por el diálogo, en relaciones como la pesca y la seducción, la brisa y la pasión, etc. Critica la mediocridad de los pequeños burgueses, la contaminación (los pescados del río saben a petróleo) y otros extremos. Añade escenas burlescas (torpezas de Anatol y Cyprien), personajes excéntricos (matrimonio Dufour) y parodias de actores conocidos (Laurel y Hardy por Cyprien y Anatol). Exalta la naturaleza, los idilios fulgurantes, la revelación del deseo carnal, la inocencia del juego amoroso (Rudolph como sátiro), en un conjunto que canta el amor a la vida. Varias escenas recuerdan pinturas de Pierre-August Renoir: "El desayuno de los baqueros" (1881), "El columpio" (1876) y "La Grenouillère" (1869). Georges Bataille y Henri Cartier-Bresson hacen un cameo como seminaristas.

La música, del húngaro Joseph Kosma, añadida en 1946, desgrana una partitura intensa, descriptiva de emociones, romántica y melancólica. La fotografía, inspirada en la pintura del padre del realizador, culmina en un juego de planos que sugieren el paso del tiempo y la frustración de un mundo convencional sin ilusión. Entre los ayudantes de realización está acreditado Luchino Visconti.
Miquel
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