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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
7
Romance. Comedia Viena, 1907. A pesar de haber sido desterrada, por sus indiscreciones, de la mansión familiar, una bella princesa austriaca (Sophia Loren) rechaza los proyectos de su madre que pretende casarla con un príncipe. Ella ha puesto sus ojos en un atractivo ingeniero americano (John Gavin) que está de visita y que cuenta con la aprobación de su padre (Maurice Chevalier). (FILMAFFINITY)
13 de noviembre de 2005
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antepenúltima película de Michael Curtiz, remake de "His Glorious Night" (1929), parodiada en "Cantando bajo la lluvia". Basada en la novela "Olympia", de Ferenc Molnar, fue producida por Carlo Ponti y Marcello Girosi.

La acción tiene lugar en 1907, en Viena, capital del Imperio Austrohúngaro. Narra la historia de una princesa poco convencional y algo rebelde, Olympia (Sophia Loren), que se enamora de un ingeniero norteamericano, Charlie Foster (John Gavin). La película aborda varios temas que mueven a la reflexión. Presenta, en primer lugar, una sociedad ociosa, que valora los títulos, las condecoraciones, los honores y el favor regio, mientras desprecia la inteligencia y el progreso. Contrasta con esta sociedad la figura del ingeniero norteamericano, que representa el espíritu emprendedor y el progreso. Las imágenes enfrentan el automóvil de Charlie con los coches/carrozas de la aristocracia vienesa, simbolizando la tensión entre progreso e inmovilismo. La relación entre Olympia y Charlie pone en evidencia las diferencias entre disidencia y progreso. De ahí la necesidad que tiene ella de cambiar planteamientos y actitudes. La obra está punteada de humor e ironía y algunos personajes, como el conde Sandorf, protagonizan intervenciones cómicas, por extravagantes, que alcanzan al emperador. La película apuesta por el amor romántico, desinteresado y sincero, como el del heredero de la corona, Rodolfo, que antepuso su amor por María Vetsera a los intereses de Estado, causa de su peridición en Mayerling (1889).

La música ocupa un lugar de preferencia. Combina valses y marchas vienesas con fragmentos de saxo y clarinete en las escenas protagonizadas por el ingeniero americano. La fotografía se beneficia de unos decorados excelentes y un vestuario de gran vistosidad. Muestra preferencias por el rojo, el azul marino y el blanco. Presta gran atención a la armonía de contrastes entre fondos y primeros planos. En la casa de caza, decorada en tonos oscuros, el vestuario es de colores neutros claros y en el palacio imperial, rebosante de blancos y tonos claros, el vestuario es intensamente negro o azul oscuro. El guión utiliza escenarios sobrecargados, que resaltan la artificiosidad y vanidad de una sociedad vacía y trasnochada. Los diálogos contienen numerosas referencias críticas e irónicas que sitúan al espectador entre la admiración y el rechazo. La interpretación de Sophia, de 26 años, desborda madurez y belleza. Chevalier aporta experiencia y glamour. La dirección hace un recital de habilidad, versatilidad y buen oficio.

Película de época, que desarrolla una historia de amor con giros sorprendentes. Obra interesante, entretenida y divertida, que invita a la reflexión y a la crítica.
Miquel
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