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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
10
Cine negro. Thriller Cuando Kelly Sherwood, una joven empleada de banca, regresa a su domicilio en un barrio de San Francisco, es atacada por un desconocido que le exige que robe cien mil dólares del banco donde trabaja; si no cumple sus órdenes, asesinará a su hermana Toby. Aterrorizada, la joven se pone en contacto con el FBI, pero las pistas que aporta son muy escasas. (FILMAFFINITY)
26 de octubre de 2009
32 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acerca de este interesante film podría indicarse que Blake Edwards, después de hacer este Chantaje contra una mujer, se dedicó a hacer películas de humor como las de la Pantera Rosa, El guateque, etc, novedosas y divertidas pero que para muchos es un género menor. Para Edwards no era un género menor, ya que en sus comedias cuidaba y mucho a sus personajes dotándolos de fondo y carisma. Edwards no hizo más que alternar géneros como otros muchos genios del cine, incluyendo el drama, y justo en el cine negro con este Experiment in Terror quedó patente el magnífico profesional que era. Un cineasta que pasa a ser uno de esos directores favoritos a tener siempre en cuenta.

En Chantaje a una mujer no hay humor y dicen que había copiado algo de Hitchcock. Ese tipo de afirmaciones están tan extendidas que cualquiera puede aplicarlo a quien quiera, de cualquiera y para cualquier film. Es un comentario poco fiable, pero bueno, puede ser, porque Ross Martin, vestido de vieja, de luto riguroso, parece la madre de Norman Bates; es verdad pero eso no quita lo inquietante de sus imágenes y que en el cine, siempre alguna escena tiene que parecerse a miles de escenas de otras películas. El inicio con esa música tan característica del cine negro a cargo de Henry Mancini y los coches rodando por las calles en la negrura de la noche con las luces discontinuas del alumbrado entre los altos edificios de la ciudad, es la mil veces repetida en las películas de esta índole de los años 40/50.

Tanto Lee Remick como Glenn Ford realizan una excelente labor, algo indiscutible, aportando él profesionalidad como policía encargado de resolver el chantaje, y ella belleza, miedo y sentimientos. Los diálogos tan cortantes y tajantes marcan el ritmo tenso de las imágenes. Sigue el argumento sin abandonar en ningún momento el suspense y el aspecto tenebroso del buen cine negro.

¿Por qué esa extraña mujer ponía su propio rostro a los maniquíes? No lo explican. He ahí el momento en el que los diálogos tocan lo sugestivo (interesante encuentro entre Glenn Ford y esa mujer) y ejemplo de otros caminos desconocidos que se cruzan pero que se quedan en el aire.

Genuina muestra de un cine indispensable que no puede pasar ignorada.
floïd blue
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