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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
8
Comedia El enigmático señor Pimm es un aristocrático pícaro, que se gana la vida concertando matrimonios para los ricos en la Riviera francesa. Ahora ha apañado un encuentro entre la rica heredera Millie y el guapo Gaspard, un hombre empobrecido y algo inepto. Para ello, Pimm contrata a varias personas para que instruyan a Gaspard en varios aspectos de su personalidad. Entre esos instructores, está John Davis, quien, por azar, se convierte en ... [+]
7 de julio de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por que no seré yo Glenn Ford? No lo digo para haber sido el padre de Supermán, ni por los cachondeos que se traía en su casa de Beberly Hills con su amigo John Wayne y demás gente del cine que terminaban tirándose desde el tejado del chalé a la piscina, sino para que una guapísima mujer de pelo platino como Hope Lange se enamorara locamente de mí.
Qué bonita vida en la Riviera viviendo en hoteles de lujo donde el sumiller cata el vino que te va a servir en su tacita de plata para confirmarte lo bueno que está, así no tienes que tirarte tú el rollo diciendo que está bien sin tener ni idea de tan preciados caldos.
Qué encantadores momentos rodeado de gente tan entrañable como nuestro querido amigo Charles Boyer, entusiasmado con sus planes de bodorrios trampa. Charles Boyer es algo así como un maestro de seductores, los crea e invierte en ellos, o sea, un alma caritativa que quiere que las mujeres con dinero lo compartan felizmente con personas que no tienen ni un duro. Porque amigo, como dice él, también las guapas y jóvenes millonarias sufren de amor igual que gente como él y como Glenn Ford, que hace de chofer humilde.
Qué maravilla vivir en lugares de ensueño donde los millonarios recalan de vez en cuando. Así visitaremos Mónaco y los principales hoteles de Niza, lugares del rodaje. Dichos lugares merecen un elenco de actores elegantes como el propuesto para esta película. Merecen que todo el mundo sea feliz. Y yo más.
El guion es el propio de las comedias románticas de trato amable que te invita a sonreír y a soñar como estas tonterías que vengo diciendo. Bellos parajes y lujosas habitaciones con profusión de cuadros de estilo impresionista y gente de pueblo simpática y servicial completan el bello panorama propuesto. Aquí no hay nada malo.
El que las películas así sean previsibles no tiene nada que ver para descalificarlas, estas películas son previsibles a tope y con ese punto se tiene que jugar. Puedes verla sin temor y seguro que también desearás ser Glenn Ford y estar junto a Hope Lange el resto de tu vida, navegando con tu barquito por los siete mares y por todos los demás que haya en este mundo.
floïd blue
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