Realmente vine a ver esta película algo tarde, puesto a que tengo algunos amigos con los cuales no coincido mucho en valoraciones de cine, que me la estaban recomendando desde hace tiempo.

Me vi desbordado cuando la vi, me pareció magnífica, una auténtica genialidad, una obra de arte muy lograda, un cuento precioso que me estaba perdiendo, y que a Dios gracias ya he podido disfrutar.

Como he dicho en alguna ocasión, venero de alguna manera el cine que hace este director. Hayao, me parece de o mejorcito que hay en el cine de animación, y una vez más lo certifica con esta obra de arte. Como ya es clásico, su tono y ritmo es algo lento, sin que por ello sea tedioso, ni mucho menos pesado o empalagoso.

En esta película veo dos grandes bloques, que me gustaría compartir, a saber:

1- El relacionado con el aspecto del cuidado medioambiental. Un aspecto que se denota en este director es la presentación de grandes espacios abiertos, de un verde precioso, que contrasta con lugares semi-tecnificados, pero que no impiden que la naturaleza siga su curso. El respeto a esta, y a los animales que en ella moran son aspectos que ha intentado salvaguardar, y que quedan más patentes si cabe en esta cinta.

2- La organización matriarcal que se ve en la película es todo un grito a que otra sociedad puede ser posible, y más si contamos que él vive en un lugar de orden social prominentemente patriarcal. Por ello, no sé si a modo reivindicativo, el que una sociedad sean precisamente las mujeres las que lleven por una vez los pantalones resulta cuanto menos curioso.

En otro orden de cosas, decir que la película me encantó, y que la recomiendo a tod@s l@s que hacen del anime una pasión. Imprescindible.

A pesar de lo que digan, a mi, y a parte de la crítica oficial, nos ha parecido una muy buena película, que si bien adolece de momentos ciertamente increíbles (literalmente), hay otros que son de tener en cuenta.

En primer lugar, destacar la localización de la película, ya que realmente te estás trasladando al mismo Tokyo actual. Tengo amigos que viven allá y cuando la vieron reconocieron prácticamente todos los sitios que se muestran en la película, a excepción, claro está de las imágenes de interiores, que no son tan perceptibles.

En segundo lugar, decir que es un cuento de navidad, con lo cual así hay que tomarlo, un cuento delicioso, en el cual se nos muestra como esta panda compuesta por un travesti cristiano, un alcohólico jugador empedernido y una chica escapada de su casa, malviven como pueden en las calles de la ciudad, viviendo en las famosas "Tiendas Azules" (lugares habilitados como refugio para indigentes).

El viaje que cada uno de ellos va haciendo desde que encuentran a la pequeña, cuyo nombre en español sería algo así como "ángel de la esperanza", hasta conseguir reconciliarse consigo mismos y con su pasado, será un camino llenos de altibajos.

Bien es cierto que no es una obra maestra, de esas que marquen época, pero tampoco es de las que te olvides tan fácilmente. El apartado gráfico, aunque un poco chocante al principio, en cuanto a la gesticulación de los personajes, en cuanto te acostumbras ni lo notas (es cierto que es un poco exagerado). Pero por lo demás es una delicia a los ojos de esas que te dejan bien servido.

Altamente recomendable.

La vi hará unos pocos años. Ya era otaku cuando la vi, pero quizá no había podido hincar-le el diente a esta joya pionera en el campo de la animación oriental. La verdad es que cuando la vi tuve sentimientos encontrados, por un lado no la entendí, pero por otro me pareció estupenda.

Tras verla unas diez o doce veces más no sólo la entendí, sino que además, descubrí un mundo de detalles que quizá se me habían pasado por alto. Detalles como lo bien hechos que están los escenarios en los que se mueven los protagonistas, lo bien dirigida que está, lo bien que se ha hecho el doblaje en castellano (más aún en la edición remasterizada), y un sinfín de detalles más que no paso a enumerar.

Es cuanto menos la precursora de muchas de las series que tenemos hoy día en el panorama del anime oriental, altamente recomendable para saber de donde surgió todo.

En la década de los 80, veo lógico que no fuese posible entender bien la película, el ambiente que corría por aquellos años hacían inviable el salto de esta magnifica obra al panorama occidental, a pesar de contar con un motor gráfico en desuso hasta la llegada de la tan galardonada Matrix. Pero años después se ha transformado en objeto de culto para todos aquellos que nos gusta el buen anime.

Imprescindible verla, tanto si te gusta el anime como si no, ya que es la llave de acceso para comprender los entresijos de un mundo tan vasto como es el manganime, e igualmente se las recomiendo a los que no sean tan seguidores de este mundillo, ya que al final a nadie deja indiferente.

Es toda una Obra Maestra, con mayúsculas.

Como bien digo en el título, se trata de una obra maestra a mi parecer, y como de eso va esta página que nos ofrece la posibilidad de pronunciarnos sobre las películas que hayamos visto, mi puntuación personal es un 10.

La vi un poco tarde, pues en 1982 tenía yo 5 años y por mi situación geográfica las películas no llegaban todo lo rápido que pudiera desearse, así que me conformé con verla con 10 años y en la pantalla pequeña. Recuerdo que por aquel entonces yo ya estaba metido en el mundo de la informática, trabajando con el Basic como sistema operativo, con un Amstrad CPC 464, con disquetera por cintas de audio.

Realmente, ya conocía los entresijos de una red, aunque fuera de oídas, ya que a Canarias tardamos un poco en saber realmente lo que significaba una Land o simplemente lo que era Internet, pero conocía el manejo interno de un ordenador, sabía de la existencia de gentes que se dedicaban a entrar en sistemas complejos por sub-rutas, lo que hoy denominaríamos Hackers, y todas esas cosas.

Ya había visto alguna película sobre ordenadores, pero ninguna había satisfecho mi nivel intelectual, porque realmente eran "payasadas", que poco o nada tenían que ver con el funcionamiento real de una computadora, pero esta fue durante bastante tiempo la única que con cierta fidelidad encauzó el mundo de la informática de una forma real, si bien algo fantasiosa, pero medianamente podíamos ver lo que significaba el trabajo de un sistema interno.

Por eso, le doy la puntuación que le doy, amén de decir que posee unas interpretaciones muy buenas, con unos personajes muy bien construidos y con unos efectos visuales que hoy en día aún me hacen vibrar de emoción cada vez que la veo. Pasan los años, no en balde, pero aún posee cierta frescura, si bien los equipos utilizados, hoy nos puedan resultar de risa.

Por lo que significó para mí, por lo que sigue significando, y miren que todavía la veo de vez en cuando, por el trabajo que conllevó el realizarla, por todo ello, le doy la puntuación que nombro al principio. Recomendable para todos los públicos y en especial para todos los que le guste el buen cine de ciencia ficción. Merecedora de todo respeto y encantadora.

La única pega, es que es de Disney, con lo que ello implica, por lo demás, una genialidad.

En fin, tras mucho tiempo queriendo darle la forma definitiva a esta crítica ahí va, por fin, en parte también porque algunos amigos hechos a través de la página, querían saber mi impresión sobre la misma.

Es una película de esas que marcan época, con un ritmo sosegado que atrapa al espectador, un ritmo que en el cine occidental pocas veces se usa a no ser que se trate de un documental, pero que José Luis Garci sabe aprovechar para que sirva de transfondo a una conmovedora historia de todos y todas aquellos que tuvieron una juventud truncada por la aparición de la guerra civil española y posteriormente la dictadura de Francisco Franco Bahamonde. Pero en este sentido, marca muy bien también lo que son los primeros años de la reinstauración de la monarquía y todo el tránsito a la democrácia, con una España que salía de cierto infantilismo social, a la madurez de ser un Estado dentro de un mundo complejo, cuyo tren le resultaba un poco difícil de agarrar.

Sin embargo, tanto el país como los personajes consiguen aferrarse a un pedacito de su juventud y logran lo inesperado, poder gozar de un momento de tranquilidad, recuperando aunque sea apresuradamente un poco de ese tiempo perdido que les fue arrebatado.

Las actuaciones están sublimes, si bien Antonio Ferrandis, gran reclamo de la cinta nos haga enternecernos y nos salga inevitablemente la nostalgia, pensando en su ya de por sí, famoso personaje de Chanquete. Pero aquí nos da una lección magistral de buen hacer y nos muestra que es capaz de salir de ese registro para hacer papeles interesantísimos, y con la capacidad que siempre tuvo de atrapar al espectador en las circunstancias del personaje. La relación con Encarna Paso es cuanto menos emotiva, una relación que si no fuera porque ya los ves en pantalla con sus arrugas, fruto de la vejez, la verdad es que parecería una historia de amor de dos jóvenes que hace tiempo que no se ven. En cierto modo, es un canto a la intemporalidad de ese sentimiento.

El resto de los personajes está genial, como también lo está la ambientación en la que transcurre la historia. La música merece especial mención, así como unos preciosos parajes urbanos y forestales que hacen de este apartado una delicia de esta Obra Maestra, dirigida por un Garci en su mejor momento.