Siempre pensé que basta visionar Plácido y El verdugo para comprender esto que se ha dado en llamar España.Esa tierra negra,desdichada,cruel,injusta con sus hombres. Desde Quevedo a Berlanga,pasando por Larra,Goya o Valle el españolíto inquieto y a punto de ser aplastado por la losa terrible que representa un país como este,ha podido aliviarse al saber que el loco no es él,que alguien más SABE que esto no es así,que no puede ser así....aunque millones de conciudadanos sean así y no puedan dejar de ser así.
Pues hete aquí que esta serie de cortos capítulos llega para reconciliarnos con esa eterna mirada inteligente sobre lo que somos y las causas de lo que somos.La frustración que representa el personaje magnificamente encarnado por Javier Gutiérrez lleva en sí misma todas las respuestas a un dilema secular: ¿POR QUÉ?.
La España del siglo XXI está aquí dentro.No busque más.
Guiños cinéfilos,incorrección política,hilarantes situaciones....todo desemboca en una melancolía atroz por contemplar reflejada una realidad que todos asumimos,pero que muchos no aceptamos.
No dejeis de disfrutarla.Hace daño,pero es magnífica.

Me gustaría opinar algo acerca de la "acogida" que ha recibido este poema fílmico. Porque de hecho,ante el aluvión de rechazos sufridos por nuestros queridos espectadores medios uno no puede por menos de interesarse por lo último de este " pretencioso " y singular cineasta.
Y es que ante esta sociedad adocenada, seguidora de torrentes, albóndigas en remojo, "pretty womans" diversas y otros reconocidos excrementos, una obra así no tiene sentido.
Siempre me ha asaltado una pregunta cuando me he encontrado en esta situación: ¿es una cuestión de inteligencia, sensibilidad, cultura?. Los espectadores que quisieron romper la pantalla parisina donde se proyectaba el perro andaluz son los mismos que: a) entran a la sala con sus palomitas b) empiezan a atragantarse al ver a Brad Pitt, dinosaurios, imágenes del espacio (y entre todos estos no se pelean) c) desisten, patalean, tiran las palomitas y....se van sintiendo que han sido estafados pero reconfortados al saber de su mayoría absoluta e incontestable.
Bien sabemos que corren malos tiempos para la lirica,pero quizás.....
Espectador con sensibilidad: no atiendas comentarios adocenados sobre esta obra magna y disfrútala en silencio.Es una de las pocas ocasiones en este mundo patético y cruel en que sentirse orgulloso de una tradición humanista ya casi perdida.
Emoción, panteísmo,antropología, belleza ........CINE.