Haz click aquí para copiar la URL
España España · Santa Coloma de Gramenet
Críticas de Chacal
1 2 3 4 10 20 29 >>
Críticas 143
Críticas ordenadas por utilidad
6
14 de enero de 2017
30 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del apabullante e interminable mundo del Adult Video japonés existe un género que despierta en mí multitud de sentimientos: confusión, incredulidad, emoción, morbo...
Los films porno japoneses, en donde heroínas disfrazadas cual Ultra-girls (o sin disfrazar, para lo poco que dura la ropa da lo mismo) son atacadas sexualmente por una criatura tentacular, son tan desconcertantes que mis ojos curtidos en toda clase de locuras bizarras no pueden creer lo que ven.
Podemos citar el muy rescatable, atrevido y notable film anime "Urotsukidoji: la leyenda del señor del mal" (1989) como piedra angular e inicial en esta ferviente y enfermiza pasión japonesa por estos extraños films.
Bien, después de esta clase de historia del cine underground más extremo, ya estamos más preparados para enfrentarnos a "La región salvaje", el nuevo film del provocador director mexicano Amat Escalante.
En el film, Alejandra es una joven madre y ama de casa que cría a sus hijos junto a su marido Ángel en una pequeña ciudad de México. Su hermano Fabián es enfermero en un hospital local. Sus vidas provincianas serán alteradas con la llegada de la misteriosa Verónica, quien les convence de que en el bosque cercano, en una cabaña aislada, existe algo que no es de este mundo, pero que es la respuesta a todos sus problemas.
El film utiliza una premisa de temática fantástica secundaria (o más bien terciaria), para contar una historia de carácter social y que sirve de contrapunto emocional a los personajes. Esta historia de insatisfacciones vitales femeninas, con hombres que se acuestan entre sí pero que lo viven en total secreto e hipocresía, pretende ser un reflejo del México actual, con una sexualidad reprimida, donde se oculta la verdad emocional, las mujeres son esclavas de una vida enraizada en el hogar y con la supuesta obligatoriedad de cuidar a sus hijos.
Es en toda esta gran insatisfacción femenina donde entra en juego esta simpática criatura alienígena, bien cercana en diseño a un pulpo descomunal, y custodiada por una pareja de ancianos en una cabaña en medio de la nada. Un pulpo, al cuál le gusta utilizar sus tentáculos para poseer los cuerpos de las dos féminas del film, y ofrecerles jugosos y adictivos orgasmos que las libera de toda frustración y represión social (con los hombres, al parecer, no funciona porque los dos personajes masculinos que prueban al pulpo, aparecen muertos al día siguiente, si es que tampoco es tonta la criatura).
El film es interesante por este contrapunto anteriormente expuesto, en el que mezcla lo social y lo fantástico, el problema es que la presencia tentacular en la historia es mínima, no es que sea secundario, es que es muy terciario y una propuesta tan singular en un film serio merecía llevar la historia a terrenos aún más explícitos y radicales, pero se queda a medio camino (una sola secuencia verdaderamente explícita, brillante, eso sí), mientras los minutos pasan ante nuestros ojos con una historia cuasi telefílmica de violencia en la pareja y homosexualidad reprimida.
Por esto mismo, no entiendo la fama de polémica y provocadora que está causando el paso de "La región salvaje" por diversos festivales. Podrá provocar y causar revuelos en Toronto ó San Sebastián, pero en Sitges no nos la pegan. Pese a todo, es un film bien interesante y que merece toda nuestra atención; sin duda las magnéticas y misteriosas interpretaciones de Simone Bucio y Jazmín Ramos son motivo suficiente para acercarse al film (y el pulpo provoca-orgasmos por supuesto), pero los que busquen emociones más fuertes y radicales mejor que vuelvan a la saga Urotsukidoji o a las cloacas videofílmicas japonesas, donde reposa lo imposible.

(https://orientparadiso.blogspot.com/)
Chacal
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
2 de agosto de 2013
20 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada año que pasa lo tengo más claro, Corea del Sur es el país donde mejor cine se hace, así de claro. El nivel de producción es impresionante, films de calidad y encima la gente acude en masa a ver el producto nacional, algo de lo que tendría que aprender la academia de cine española.

Aquí nos encontramos con Silenced, film que obtuvo un enorme éxito en su estreno y bien merecido. La historia recoge un horripilante caso real que sucedió en Corea del Sur, en donde unos profesores de una escuela de niños con discapacidades abusaban sexualmente de sus alumnos. La historia es cruda y el film no se corta un pelo en los momentos de los abusos, además pone de manifiesto la total inoperancia de la justicia, inoperancia que ocurrió en el caso real.
Las interpretaciones son magníficas en especial el protagonista y los niños los cuales saben transmitir a la perfección la difícil situación en la que están. Como es costumbre en Corea, técnicamente el film es perfecto, los planos, la narración, las diferentes emociones que transmite, impresionante. Tal vez en algunos momentos resulte demasiado lacrimógena o excesiva pero esto ayuda a transmitir mejor el mensaje.

Una película durísima pero muy recomendable.
Por suerte gracias al éxito del film se ha reabierto el caso.

(https://orientparadiso.blogspot.com/)
Chacal
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
27 de marzo de 2021
38 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los enfrentamientos cinematográficos entre iconos han atraído a la audiencia desde los tiempos de la Universal con Frankenstein y el hombre lobo (1943), el King Kong contra Godzilla (1962) de Ishiro Honda o más recientemente films como Freddy vs Jason (2003) o Alien vs Predator (2004). Godzilla vs Kong (2021) supone una reactualización del film de Honda, convertida ya en una comedia de serie B pasto del público más especializado y amante de lo freak. Por mucho que ame a Ishiro Honda, su King Kong contra Godzilla distaba mucho de ser el film serio y épico que demandaba el encontronazo entre estas dos criaturas gigantes. Adam Wingard (Blair Witch, Death Note) se encarga de la dirección de Godzilla vs Kong y se nota mucho el cariño que siente hacia el género proponiendo majestuosidad y respeto en las apariciones de los monstruos además de múltiples guiños a las respectivas sagas (los fans del King Kong contra Godzilla original encontrarán varios de ellos además de alguno del King Kong de 1933) con un film que no da tregua al espectador. Una fiesta repleta de efectos digitales y fuegos artificiales que se antoja irresistiblemente entretenida. De hecho, de entre el trabajo de Wingard me ha llamado la atención (para bien) cierta ambientación ochentera a sus escenarios, especialmente en el trabajo de interiores, con emplazamientos repletos de luces de neón entre otros elementos. Diversos pasajes de la banda sonora (realizada por Junkie XL) también está muy cercano al synth wave y que ayudan a dar peso a esta sensación retro. Siguiendo con la música del film, aviso que no hay presencia de la inmortal música de Akira Ifukube pero si han creado un tema para Godzilla que recuerda mucho al "Godzilla's theme" de Ifukube.

La forma en la que han unido los dos universos de los monstruos es más que aceptable yendo un paso más allá proponiendo conceptos, que en las anteriores entregas se habían quedado simplemente esbozadas pero donde en el presente film encuentra su culminación como es la implicación en la trama de "La Tierra Hueca". Un lugar, basado en algunas teorías científicas, alojado en el centro de la Tierra y donde descansa un ecosistema propio. Un lugar donde los personajes viajan en un tramo del film que recupera el sabor del mejor cómic pulp de aventuras y rendido a la fantasía. En el film, Godzilla es tratado como un ser malvado (aunque luego veremos que no todo es lo que parece), un tono estupendo y que le hace regresar a esa figura de destrucción masiva y terrorífica que tan bien le sienta y que se ha echado de menos en el Monsterverse tanto como los momentos de pánico de masas y momentos de destrucción a pie de calle que aquí son estupendamente insertadas. Kong tiene un protagonismo más pronunciado ocupando éste gran parte del metraje. Dicha decisión es inteligente ya que creo que Kong es un monstruo en el que es más fácil empatizar debido a sus rasgos más humanos y logra crear una conexión más emocional que Godzilla, siendo el saurio una simple mole imparable y destructora.

Pese a su ritmo endiablado el film recae en los mismos errores que las anteriores entregas con unos pobres personajes y una trama humana que por momentos encalla el metraje. Los villanos en este sentido vuelven a ser de chiste (aunque sin llegar a los límites de Charles Dance y sus secuaces en Godzilla: King of the Monsters) y si, quieren crear un arma para quitarse de en medio a los titanes de la Tierra, pero no llegamos a entender sus motivaciones o cierta profundidad al porqué de sus acciones quedando simplemente en que son gente muy mala. Shun Oguri (Diner, Quiero comerme tu páncreas) interpreta a Ren Serizawa. Entendemos que se trata del hijo del difunto profesor Serizawa interpretado por Ken Watanabe pero el porqué su vástago se ha convertido en un adalid del mal se me escapa. Serizawa será el encargado de pilotar a una de las mayores sorpresas del film, el arma definitiva contra Godzilla y que, por supuesto, acabará fuera de control.

Siguiendo con los humanos del film, mientras que la trama con Kong, centrada en el viaje hacia "la tierra hueca" logra un mínimo de interés no es así en la "trama Godzilla" centrada ésta en las desventuras de Millie Bobby Brown (quien vuelve tras King of the monsters) acompañada de un adolescente y un charlatán podcaster y quienes intentan destapar las verdaderas intenciones de la empresa Apex Cybernetics. El que 3 pardillos como éstos logren colarse y entrar como "pedro por su casa" en instalaciones de máxima seguridad es algo que se me escapa creando momentos algo sonrojantes como la vergonzosa manera que tiene el adolescente amigo de Brown para solucionar el entuerto en el clímax final del film.

El reparto está lleno de nombres interesantes como Rebecca Hall (The town, El truco final) quien interpreta a Ilene Andrews, una primatóloga especializada en Kong y que tiene como protegida a una niña de nombre Jia (Kaylee Hottle) indígena, huérfana y además sordomuda con capacidad para comunicarse con el monete. Sin duda los personajes más simpáticos de la cinta. Acompañan Alexander Skarsgard (Big Little Lies) en el papel del pseudo héroe Nathan Lind entre otros nombres como la atractiva Eiza González (Alita) o un Kyle Chandler que vuelve a la franquicia aunque sea por cinco minutos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chacal
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
30 de junio de 2020
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existe cierta tradición en Corea del Sur por el cine de catástrofes. El éxito que supuso en la taquilla del país Haeundae (2009), film donde un mastodóntico tsunami inundaba la península abrió la veda siguiéndole films como Virus (2013), Pandora (2016), Train to Busan (2016), Tunnel (2016), Tower (2012) o Deranged (2012), algunos mejores que otros. Estos últimos años, además, se está notando una tendencia en el cine coreano por films con tramas sobre su relación con Corea del Norte tanto a nivel político (The spy gone north (2018)), desnuclearización (Steel Rain (2017)) o la esperanza de una posible reunificación. Una tendencia que parece recuperar la fiebre de films sobre el tema de finales de los 90 y principios del nuevo milenio. La superproducción que nos ocupa, Ashfall (2019), aúna las dos vertientes. La catástrofe y el trasfondo norcoreano.

En el film, Jo In Chang (Jung-Woo) es experto en desarmar bombas. La erupción del monte Baekdu, en Corea del Norte, pone en peligro la supervivencia de toda Corea. El plan imposible consistirá en introducir una bomba nuclear en una de las minas subterráneas junto al volcán para que el magma salga por el nuevo conducto bajo tierra y así evitar una erupción mortal. Jo In-Chang tendrá la tarea de participar en la operación. ¿Pero dónde encontrar una bomba nuclear en Corea del Norte? Su objetivo será encontrar a Lee Joon Pyeong (Byung-Hun) quien forma parte del Ministerio de las Fuerzas Armadas del régimen.

Ashfall (2019) destaca como producción coreana de primer nivel y así se denota tanto en el nivel de espectacularidad de sus setpieces de acción y desastre como en el cast estelar del film. La película cuenta en su reparto con algunos de los actores más taquilleros del país como son Lee Byung-Hun (A bittersweet life, El bueno, el malo y el raro o Inside Man), Ha Jung-Woo (The Berlin File, The Handmaiden, Assassination) y Ma Dong-Seok (Train to Busan, The gangster, the cop, the devil o The Outlaws). A favor de Ashfall hay que decir que el film pone las cartas encima de la mesa de inmediato, hecho que se agradece. A los cinco minutos de película el monte Baekdu entra en erupción y Seûl recibe las réplicas del temblor destrozando media ciudad en el camino con espectaculares resultados. El trasfondo y papel que juega Corea del Norte en la historia es atractivo a la par de curioso ya que tiene su guasa que el monte Baekdu, símbolo de Corea del Norte y del linaje de los Kim, entre en erupción y pueda ser el causante de la destrucción de toda la península. Ha Jung-Woo cumple como experto artillero metido en una misión demasiado grande para alguien como él. Me costó un poco creerme a Ma Dong-Seok como imposible científico anabolizado, experto en volcanes y que repudia ser coreano (es ciudadano estadounidense).

Lee Byung-Hun anda sobrado de carisma como es costumbre. Aún a pesar de su aparente espectacularidad, trama curiosa y efectivo cast, le encontré varios problemas a Ashfall (2019) y la podemos comparar con otra cinta con volcanes bastante reciente como es la china Skyfire (2019), ya criticada en este humilde blog. Mientras que Skyfire, aún a pesar de su ridículo planteamiento era bien consciente de ello y se rendía inmediatamente a la diversión y los momentos imposibles de acción, Corea tiene un problema y es que aún manteniendo una trama igualmente pasada de vueltas, los coreanos se toman demasiado en serio a sí mismos, hecho que juega en contra de la película. Además, los 130 minutos no le sientan bien a Ashfall (2019), no obstante el tema de la excesiva duración es un problema de muchos films coreanos. El primer tercio del film te hace meterte de lleno en la historia pero una vez el grupo de comando aterriza en su país vecino, el volcán se aparta de la historia por momentos siendo sustituido por numerosos tiroteos, juegos de cambio de bando, la mafia china queriendo conseguir las armas nucleares, la aparición de los estadounidenses en el entuerto y la ya sobada historia de amor/odio y finalmente amistad de las dos Coreas (representadas en Ha Jung-Woo y Lee Byung-Hun). Además, el grupo de surcoreanos encargados de tan peligrosa misión me hicieron recordar los peores momentos de Armaggedon (1998) con chistes, bromas y meteduras de pata impropias de una misión de tal calibre. Otro punto y aparte es el pobre tratamiento que se le hace al personaje de la esposa de Jo In-Chang, que aparece y desaparece de la acción de forma hasta paródica. El momento en que la esposa, atrapada en un coche, es arrollada por un tsunami y 15 minutos después la volvemos a ver en un estado físico perfecto (recordemos que está embarazada), me pareció risible.

Por suerte, tenemos al volcán, que cada vez que entra en acción el film remonta el vuelo. Su clímax final es muy efectivo y la culminación a la relación Jung Woo/Byung Hun consigue emocionarnos aunque gran parte de su efectividad reside en las tablas de estos dos actorazos.
Así, Ashfall (2019) aun con sus aspectos negativos es una correcta superproducción coreana que divierte y emociona en sus momentos puramente más desfasados y destructivos. De reparto impecable y sorprendentes momentos visuales pero cuya excesiva duración y ánimo de tomarse demasiado en serio hace que se desvíe hacia subtramas o momentos aburridos, para un servidor. A pesar de todo, los fans del cine coreano bien le pueden echar un vistazo. Por supuesto, el film ha roto las taquillas surcoreanas desde su estreno el pasado diciembre de 2019 consiguiendo que fueran a verla 8,2 millones de espectadores. Objetivo cumplido.

(https://orientparadiso.blogspot.com/)
Chacal
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
14 de enero de 2017
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2011, "The Raid" supuso una revolución dentro del cine de acción y un soplo de aire fresco a las muy manidas películas "de hostias". "The raid" era salvaje, un frenesí de acción non stop con la sencilla premisa de un escuadrón de policías que entra en un edificio atestado de narcotraficantes y demás maleantes armados hasta los dientes. Las escenas de pelea eran de una calidad y salvajismo impecable e Iko Uwais se erigía como nuevo rey de las artes marciales. En 2014 llegó la secuela, "The Raid 2", con igual o aún superior calidad que su predecesora.
En Sitges nos ha llegado "Headshot", protagonizada de nuevo por Iko Uwais y con la promesa de, por lo menos, mantener las elevadas dosis de diversión y batallas gore de "The Raid".
En el film, un hombre despierta en un hospital, incapaz de recordar quién es. Poco a poco y con la ayuda de una doctora, se va recuperando. Sin embargo, su pasado no tarda en alcanzarle, cuando un capo de la droga secuestra a la médica. El desmemoriado Ishmael deberá enfrentarse a una banda de luchadores que, quizá, fueron también sus compañeros.
Frente a un público que lo dio todo en la sala Tramuntana y que aplaudía y gritaba a cualquier momento estrella del film, "Headshot" dio lo que uno esperaba e incluso más. Una propuesta que no destaca precisamente por su historia ni mucho menos. Las situaciones y tics propios de este género están requetesobados, el romance entre la enfermera de buen ver y el personaje de Uwais es más fino que el papel de fumar y provoca algún que otro momento risible.
Además, para nuestro pesar, a Iko Uwais, cuando no está dando hostias y se le exige una interpretación dramática, es un actor más bien gustito.
Pero cuando entramos en materia, es cuando "Headshot" muestra sus cartas. Las escenas de lucha, y que suponen el 70% de la cinta, son tan espectaculares como "The Raid". Cada set piece está filmado con una adrenalina, salvajismo y sorpresa que quitan el aliento, y esto convierte a "Headshot" en un film por encima de la media de este tipo de producciones.
Una película que compensa su flojisima historia con unas inmejorables escenas de acción, y que sirven de consuelo para quien esté a la espera de "The Raid 3". Así pues, todo un entretenimiento más que estupendo y satisfactorio para los amantes de las "tullidas".

(https://orientparadiso.blogspot.com/)
Chacal
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 10 20 29 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow