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España España · Honor al Sabadell!
Críticas de Grandine
Críticas 1.255
Críticas ordenadas por utilidad
9
11 de mayo de 2007
736 de 921 usuarios han encontrado esta crítica útil
Elige el CINE.
Elige un tema de interés.
Elige un argumento enérgico.
Elige un brillante realizador.
Elige un elenco grande que te cagas.
Elige la presencia de Renton, el carácter de Begbie, la jactancia de Sick boy y la ingenuidad de Spud.
Elige a McGregor, Lee Miller, Carlyle y Bremner.
Elige pagar por un entretenimiento de calidad.
Elige una estética transgresora.
Elige personajes con garra.
Elige una puesta en escena impecable, diálogos audaces y momentos de gran creatividad.
Elige cuadrar con minuciosidad todos esos momentos y lograr un resultado admirable, sin resultar inverosímil.
Elige la maestría, y preguntarte quien coño está detrás de todo ello.
Elige sentarte en la butaca y observar como las imágenes fluyen y te transportan a un relato tan crudo como lúcido mientras llenas tu retina de instantes magníficamente concebidos.
Elige gozar constantemente con personajes que entran y salen de la pantalla, fluyen por ella, mientras todo te impregna con su esencia.
Elige algo espléndido.
Elige TRAINSPOTTING.
Grandine
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7
5 de enero de 2008
617 de 840 usuarios han encontrado esta crítica útil
La esperabamos con impaciencia, la nueva "Fargo", el reverso tenebroso de los Coen que nos dejó medio atolondrados en "Barton Fink" o el humor negro que ha impregnado siempre casi todas sus propuestas... queríamos algo más, no nos bastaba un sencillo remake de "The ladykillers", tampoco un irregular producto como "Crueldad intolerable", queríamos volver a ver a Ethan, a Joel, en estado puro, alcanzando su mayor acidez y, sin embargo, tras ver "No country for old men" las sensaciones son tan distintas que uno termina medio decepcionado.

El arranque es espléndido, me encanta el tempo y la presentación es tan bestial como sugestiva, te ofrecen un extremo de la cuerda, y tú sólo tienes que ir tirando para desvelar lo que vendrá a continuación.
Bardem lo borda, y no sólo él, los Coen lo bordan representando su personaje en base a ciertas secuencias que le dan el carácter y la fuerza adecuados como para que sea palpable y crudo. Mientras, también observamos como se desenvuelve el de Brolin, y picamos irremediablemente, nos enganchamos como si nada a esta, en principio, gran historia.

Los problemas, sin embargo, no tardan en presentarse debido a un personaje (el de Tommy Lee Jones) que, pese a poder aportar una faceta que le habría otorgado esa dosis de exquisitez necesaria al conjunto, vaga y vaga por la pantalla con el único cometido de ofrecer diálogos y monólogos pretendidamente impregnados de humor negro, pero que nunca llegan a funcionar.
Más adelante, aparece Harrelson, y aunque sirva como personaje para atar cabos, está desaprovechadísimo y no se entiende tan cuasi fortuita aparición.

Dejando a un lado los entes protagonistas del film, se podría decir que "No country for old men" contiene las suficientes dosis de excelencia (a destacar, ese intenso tiroteo tras la salida del hotel) como para no caer en el olvido rápidamente, pero como posee grandes virtudes, también posee los suficientes errores de modo que, al final, ante la laguna con la que concluye el guión, uno vea esta cinta como un trabajo desangelado, frío y al que verdaderamente le falta algo que sí tenían los Coen de antaño.
Y uno espera y espera.. pacientemente, pensando que en cualquier momento llegará esa ansiada secuencia donde podrá exclamar "Joder, qué Coen es esto", pero ésta nunca llega, y se presenta ese crudo final, que de tan crudo resulta demasiado seco como para poder afirmar que los Coen están de vuelta con todas sus fuerzas. Porque no lo están, ni de broma.
Grandine
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9
29 de agosto de 2007
286 de 346 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me la debía porque esta es esa primera película que caló en mi, esa película que cada uno llevamos dentro porque fue la primera que nos sacudió, que nos desgarró, que buscó en nuestro interior y lo encontró todo, removiéndose, y a ti palpitante, encogido en tu butaca, revolviéndote e intentando contener la emoción, te dejó totalmente abatido, compungido y ensombrecido con una de esas pequeñas historias que sólo el cine sabe engrandecer, a las cuales sólo el cine sabe dar forma, dar calado, lograr que llegues al final y sientas en tus mismísimas carnes cualquier hecho o acontecimiento que vivan sus personajes.

Aquí, el hecho de contar una historia tan atípica, donde una niña de escasa edad y un asesino a sueldo, donde la inocencia y la rigurosidad chocan, ya es un punto de inflexión para engancharse a la pantalla, y disfrutar de esos instantes con Mathilda, esa niña repleta de carácter y determinación, que topa con la seriedad y pulcritud de Leon, un viejo lobo solitario, que sólo vive para sí mismo... y para su planta.
Y tras ese enganche, vienen esos preciosos momentos donde la cámara va más allá, la cámara nos destapa sus vidas, sus instantes más íntimos, todos esos instantes que nadie querría volver a ver por miedo a parecer ridículo, todos esos instantes que nadie querría volver a ver para no preguntarse si estaba actuando debidamente o no, todos esos instantes que, en definitiva, nos hacen a todos y cada uno de nosotros individuos únicos, con nuestros momentos de fragilidad, desolación, alegría, frustación y tristeza, y que muestran nuestro lado más débil y quebradizo, nuestro lado que, en definitiva, nos hace lo que somos: Seres repletos de los sentimientos más dispares e impulsivos.

"Leon", además, fue la catapulta para esa pequeña niñita llamada Natalie Portman, que endulza su personaje como nadie y le da el carácter suficiente como para realizar una de las mejores interpretaciones de alguien de esa edad, por no decir la mejor, y con sobrado terreno sobre las demás.
Al otro lado, Reno borda esos papeles que tan bien sabe abordar, con esa minuciosidad y esa rigurosidad que sólo sabe emplear él cuando tiene ante sí un personaje tan severo, de facciones tan marcadas, facciones que le delatan y tras las cuales también esconde una amable sonrisa, un lado simpático, una mirada entrañable.
Gary Oldman, como siempre y aquí más que nunca, sobreactúa llevando a cabo una de esas personalidades que tan bien se le dan, precisamente por ser descarada y atrevida, y por ofrecerle precisamente las aptitudes que requería dicho personaje. A él le siguen un Aiello cuya presencia en pantalla siempre es grata, y un elenco que cumple sobradamente.


(Sigue en el spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Grandine
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10
13 de diciembre de 2007
303 de 381 usuarios han encontrado esta crítica útil
El efecto que causa en mi "El padrino" es increíble, es la potente sensación de estar degustando auténtico cine desde el primer hasta el último instante... muchos hablan sobre que la secuencia de la boda es larga y algo aburrida, y a mi me parece una presentación de personajes descomunal: Desde Don Vito hasta Johnny son definidos y caracterizados de un modo espectacular, nada chirría, todo tiene su significado, ni un sólo actor desentona, ni un sólo encuadre es desacertado... en definitiva, asistimos a un arranque que te deja suspendido en su historia, en su ambientación y en todos aquellos conflictos presentados de forma absolutamente impecable.

La elegancia y la sinuosidad con que se mueve todo, hacen que cuando llega el auténtico clímax uno esté expectante, palpitante ante esa calma tensa, fría, abrupta, turbia y gradual que se da cita en esos momentos donde todo llega a extremos inhóspitos, donde la venganza permanece como un instinto secundario con tal de proteger y cobijar todo aquello que es propio, que nos acompaña y nos arropa. Y es que, tras un arranque esplendoroso, su desarrollo aun se retuerce más y te envuelve en un relato en el cual los acontecimientos empujan imprevisiblemente a sus protagonistas y les desbordan, les oprimen, les ponen en la punta del iceberg, en una cuerda tensa y fina que, en cualquier momento, podría romperse, temblorosa, y dejarles inmersos en la más absoluta angustia.

Los intérpretes en "El padrino" son anulados, no existen, el personaje se desvanece y deja paso a la persona, a personas que te dejan en el borde del abismo, que marcan tu afán por seguir sus pasos, comprender su inquebrantable honestidad hacía todos aquellos seres a los que aman y aprecian, en definitiva, hacía su propia familia, al lado de la cual han medrado, han aprendido y llegado a ser lo que son, y han pulido sus virtudes y desarrollado sus defectos, virtudes y defectos que se destapan una y otra vez, que aparecen sin reparos, impulsivamente, y que te dejan extasiado y en un estado de cautela sepulcral, que te hace enmudecer y observar en el más absoluto silencio cada gesto, cada mirada, cada movimiento con tal de comprender porqué sucede lo que sucede y cuan intensos pueden llegar a ser los sentimientos de cualquier ser humano.

Hablar sobre planos, fotografía, movimientos de cámara, encuadres, vestuario y demás sería quedarse en la más absoluta nada tras seres que te dejan encogido en la butaca y sin parpadear ni un sólo momento. Y eso que la banda sonora se te queda grabada, porque por mucho que Vito, Sonny, Michael, Tom o Kay capten tu atención del todo, genialidades como la de Nino Rota nunca pasarían desapercibidas. Jamás.
Grandine
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8
5 de octubre de 2007
336 de 481 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy en día, hemos llegado a un punto donde en el género en el que se enmarca [REC] todo ha sido visto, ya no hay tipos de terror a redescubrir (se ha ido desde el slasher hasta el más psicológico), ni lugares que no se hayan frecuentado (hemos viajado desde el mar hasta las grutas), ni giros finales que sorprendan y dejen al espectador en ascuas (todo está visto, y más desde que en "Los otros" se ofreciera un giro de tuerca elevado a la enésima potencia), y sin lugar a dudas, lo mejor del film firmado por Balagueró y Plaza, es que en ningún momento decide enmarcarse en determinado tipo de subgénero, porque por mucho que veamos, oigamos y rememoremos, pudiendo sacar así propias conclusiones sobre lo que sucede en pantalla, en ni un sólo instante se insinua en esta misma, y ello dota esta obra conjunta de un valor añadido, que le da un plus de sugestividad para ir descubriendo un argumento muy bien hilvanado, para nada mánido y verdaderamente convincente si lo que buscamos es sencillamente una acción o sitio en el que enmarcarlo todo.

En cuanto a la película, debe tenerse en cuenta que está rodada como un falso-documental, con las propias tomas malas, un desparpajo inhóspito que no veríamos en ciertos personajes de saber que algo así vería la luz y con determinados puntos que apoyan [REC] en un arco muy bien conformado, que posee sus tintes cómicos desmarcándose de todas esas pretensiones que precedían a la cinta, y que venían dadas por la campaña publicitaria sorprendente, y consiguiendo que durante el tiempo donde no observamos nada inquietante, no podamos estar aburridos.
Para ello, se echa mano de una presentación corta, concisa y, en ocasiones, simpática, y de determinados momentos que se dan cita en el eje de la propuesta, y que ofrecen un contrapunto divertido nada estúpido, ni mucho menos desafortunado, pues siempre está enmarcado en esa propuesta de falso-documental.

Eso sí, también hay que reconocer que, dejando de lado algunos sobresaltos durante su desarrollo, minutos de tensión más o menos bien lograda o un entramado que rompe los esquemas que cualquiera pudiera tener en un inicio, [REC] tarda un poco en ofrecer lo prometido, pero una vez inmerso en el tramo realmente importante, todo lo visto, oido y sentido es simple y llanamente demoledor. Porque esos minutos donde aflora todo ese desasosiego que se han encargado de repartir con cuentagotas y que al final aparece como un golpe seco y contundente, es de una eficacia y un pulso brillante, digno de los mejores. Una eficacia que te deja clavado a la butaca, estremecido, removido, adrenalítico perdido e impresionado, impresionado por comprovar que una de las experiencias más increibles en lo que llevamos de año no termina siendo un bluff, pasto de marketing o cosas parecidas con las que ya nos habiamos topado anteriormente. Y si he de ser sincero, al terminar, aun me faltaron segundos para reaccionar ante todo lo que había visto.
Para quitarse el sombrero.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Grandine
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